Estamos acostumbrados a ir a la farmacia con nuestra receta médica y adquirir nuestros medicamentos por un pequeño precio, en su mayor parte financiados por la Seguridad Social. ¿Te imaginas algo así a la hora de comprar unas gafas graduadas o unas lentillas?. Esa es la intención del Gobierno Central de aquí a 2025. La idea es ir implementando esta medida poco a poco entre los colectivos económicamente más desfavorecidos, empezando por los menores de 18 años.

Pilar Cuadrado dueña de Federópticos Cuadrado y delegada del Colegio de Ópticos de Ávila, considera que esta medida es “ideal” ya que “la salud visual es una necesidad de todo el mundo que debería entrar en la salud pública”. Eso si, por el momento los ópticos y optometristas no saben cómo se va a implementar este proyecto de ley que todavía está en mantillas.

Confiesa Pilar Cuadrado que en sus más de 40 años de profesión se ha encontrado con no pocos casos de familias que no pueden financiar las gafas de sus hijos, teniendo que recurrir a alguna asociación que se haga cargo. Incluso en estos casos las propias ópticas intentan poner medios y ayudar a la adquisición de forma totalmente altruista.

Y es que aunque son muchas las variantes, los cristales de unas gafas graduadas pueden oscilar entre los 40 y los 200 euros en caso de necesitarse unos cristales con características más especiales.

Se trata de una medida que, con distintas políticas y características, ya funciona con éxito en otros países como Francia, Alemania, Dinamarca, Suecia o Noruega.

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