La búsqueda de una candidata del PSOE a la alcaldía de Madrid ha sido hasta ahora una carrera de nombres y especulaciones, que deja en evidencia la falta de banquillo. En la misma Ejecutiva Federal, nadie supo ya dónde meterse al saltar la “oferta” realizada a Manuela Carmena a concurrir bajo las siglas del puño y la rosa a las elecciones municipales de 2019. La sorpresa fue mayúscula. La decisión final sobre la elegida, al fin y al cabo, será exclusiva de Pedro Sánchez.

Desde luego, el secretario general del PSOE mandó a José Manuel Franco, líder del PSOE-M, como emisario para explorar la disposición de Carmena a cambiarse de filas. Fue solamente un tanteo, claro, informal, desde luego, a las puertas de las pasadas Navidades, pero con un mayor alcance del que pretendió otorgar el propio Franco que hubo de convocar a toda prisa a la prensa para atribuirse en exclusiva la iniciativa, “una charla informal”, un comentario que no llegó a más, por la “admiración personal” que tiene hacia la actual regidora, “persona con una valía importante”, a la que dijo que sería “buena candidata” para el PSOE.

El propio Pedro Sánchez se deshizo en elogios para con Manuela Carmena, su “valor”, “coraje” y “prestigio”, que “acabó con más de treinta años de gobierno del PP en el Ayuntamiento de Madrid”. A renglón seguido, y a su paso por el “programa de Ana Rosa” en Telecinco, el secretario general buscó enterrar este galimatías, pero sin dejar de recordar los vínculos de la alcaldesa con el PSOE. “No hubo una propuesta formal. Desde luego, Carmena siempre ha estado vinculada al Partido Socialista antes de dar el paso a la política activa”. Todo el mundo tiene un pasado, también Carmena, vino a recordar con elegancia Sánchez.

En diciembre, en cualquier caso, Sánchez intuía que Carmena estaba cansada de las peleas en Ahora Madrid y contemplaba como una posibilidad abierta atraerla al PSOE. Al fin y al cabo, la actual alcaldesa, sin partido, recaló como cartel electoral en las filas moradas, pero hubiera podido hacerlo de la misma manera en las socialistas. Ferraz, de hecho, ha atribuido la filtración “inflada” al diario El País al mismo entorno de la regidora, una vez se ha decantado por repetir en la marca podemita y mantiene abierta una negociación de condiciones con Pablo Iglesias.

Haya sido por mera vanidad o por negociar desde una posición de fuerza, lo cierto es que el globo sobre el cartel electoral del PSOE para la capital de España está hinchándose más de lo previsto. En la cúpula socialista, además de visualizar un mar de fondo contra Franco y repetir que todos sus candidatos son elegidos por “un sistema de primarias”, distintas voces constatan que peor no pueden hacerse las cosas. El episodio, en efecto, deja en mal lugar al PSOE. Pero, en medio de múltiples quinielas, ya han escurrido el bulto opciones tales como Cristina Narbona, presidenta del partido, o Margarita Robles, portavoz en el Congreso.

Mientras, Pedro Sánchez vende a bombo y platillo que presentará una candidatura “muy potente” “con visos de ganar en la ciudad de Madrid”. En privado, el secretario general del PSOE asegura tener en mente diversas posibilidades como tándem de Ángel Gabilondo, futuro candidato a la Comunidad de Madrid, que someter a un sondeo cualitativo (pregunta por varias personas) para finalmente decantarse por la mejor valorada.