El índice Ibex 35 cierra el viernes en 10.729 puntos, con una moderada pérdida del 0,33 por ciento. En los peores momentos del día ha tocado los 10.600. La semana bursátil se salda con una ganancia del 0,4 por ciento. En lo que va de año acumula una revalorización del 6,2 por ciento.

Los mercados vuelven a estar con el alma en vilo ante la respuesta de Israel a los recientes ataques de Irán. Se han resentido las Bolsas, el petróleo se ha movido son altibajos y se ha disparado el oro. Pero no ha habido pánico. La respuesta de Israel ha sido limitada y sin afectar objetivos nucleares, lo que ha reducido la crispación. Todas las espadas siguen en alto y todos inversores se mantienen en guardia ante la creciente incertidumbre. Pero la sangre no ha llegado al río. De hecho, Irán ha calificado de fracaso el ataque israelí, lo que sugiere que no habrá respuesta.

Ahora los inversores necesitan más datos, tanto macro como micro económicos. En los próximos días publican sus cuentas entre otras empresas Enagás, Acerinox, Iberdrola, Repsol, Indra, Banco Sabadell, Cellnex y Mapfre. Poco después llegarán las cifras de los bancos. Aena, Redeia, Naturgy, Grifols o Arcelor.

La referencia más importante de la semana venidera son los datos de crecimiento económico y de inflación en Estados Unidos. El jueves se conocerá el PIB. El indicador publicado hace un mes mostraba un crecimiento de la economía estadounidense a un ritmo del 3,4 por ciento. El viernes próximo los mercados dispondrán del deflactor de consumo privado de aquél país. Es el PCE por sus siglas en inglés. Es el indicador de inflación que más de cerca vigila la Reserva Federal.

Los analistas del banco de negocios Goldman Sachs creen que la inflación en Estados Unidos se reducirá hasta el 2,4 por ciento antes de que termine el año. Por su parte, los expertos de JP Morgan han mejorado sus previsiones de crecimiento de la economía global. Le atribuyen una probabilidad del 55 por ciento a un aterrizaje suave a lo largo de la segunda mitad del año. En general los analistas consideran que se han reducido sustancialmente las probabilidades que este año se produzca un intenso proceso de recortes en el precio del dinero por parte de la Reserva Federal debido a la “pegajosa” inflación y a la fortaleza de la actividad económica. De hecho algunos expertos creen que no habrá recorte de tipos este año.

En los demás mercados, el crudo del Mar del Norte se paga esta tarde a 87,5 dólares por barril. Nada grave, porque esta mañana tocaba los 90. Los analistas, en general, dan por hecho que superará los 100 dólares si sigue aumentando la tensión entre Irán e Israel. Por el contrario, los expertos del banco británico HSBC esperan un precio medio de de 82,5 dólares por barril este año y de 76,50 en el próximo. Consideran que se dejará notar la falta de interrupciones en el suministro y los excedentes en la capacidad de producción de los países integrados en la OPEP y sus socios, con Rusia a la cabeza. El oro hace valer su condición de refugio. Se paga esta tarde a 2.408 dólares por onza, que es un nivel récord. Los analistas del Deutsche Bank esperan ver la cotización del oro a la vuelta de un año en la zona de los 2.600 dólares. Por su parte, los expertos del banco estadounidense de negocios JP Morgan pronostican que la onza alcanzará los 2.500 dólares ya en el último trimestre de este año.