El Consejo de Ministros ha autorizado al Ministerio de Transportes a elevar los compromisos de gasto con cargo a ejercicios futuros para financiar con 260 millones de euros la ejecución del Plan de Actuaciones en el Eje Pirenaico (carretera N-260) a lo largo de diez años.

Por otra parte, el Gobierno ha autorizado también a Transportes a licitar por 79 millones de euros tres contratos para la conservación y explotación de la red de carreteras del Estado en las provincias andaluzas de Córdoba y Cádiz y en el Principado de Asturias, que incluyen requisitos para promover la eficiencia energética y la reducción de emisiones.

Respecto al plan del Eje Pirenaico, se desarrollará principalmente en la provincia de Lleida y busca mejorar la funcionalidad y la seguridad de las infraestructuras viarias de este eje.

Se trata de un convenio acordado entre el ministerio de Óscar Puente y la Generalitat de Cataluña para ejecutar y financiar el proyecto destinado a mejorar la movilidad de los municipios de la zona, por el que el Estado asume la financiación de los costes de redacción de los estudios y proyectos y de las expropiaciones de bienes y derechos, entre otros.

Una vez finalizadas y recibidas las obras, se procederá a su transmisión por parte de la Administración de la Generalitat de Catalunya al ministerio.

Respecto a los tres contratos para la conservación y explotación de la red carreteras del Estado en Andalucía y Asturias, se actuará en total sobre 492 kilómetros, 263 de ellos de autovía, en todos los casos con una duración inicial de tres años prorrogables.

En Córdoba se invertirán 28,58 millones de euros en el mantenimiento de alrededor de 212 kilómetros, en torno a 104 de ellos de autovía, incluidos varios tramos de la A-4 y de las carreteras N-4 y N-420.

En Cádiz, mediante un contrato por 22,83 millones de euros para 154 kilómetros de carreteras, 103 de ellos de autovía, se actuará sobre tramos de la A-4 y la A-48, entre otras vías.

En Asturias se destinarán 27,44 millones de euros para 125 kilómetros de carreteras, de los que 55 son de autovía, entre ellos la A-64 y la A-8.

Los trabajos consisten en la vigilancia y atención de accidentes, vialidad invernal, control de túneles y comunicaciones o el mantenimiento de instalaciones, además de contratos específicos de rehabilitación y mejora de firmes y señalización y obras necesarias para mejorar la funcionalidad de la vía en determinadas carreteras.