El Gobierno mantiene que una hipotética victoria del candidato del PSC, Salvador Illa, en las elecciones catalanas no influiría en la estabilidad de la legislatura y destaca que si Junts y ERC no sumaran para gobernar, no podrían reprochar nada a unos socialistas catalanes que se postulan como la primera fuerza.

Fuentes del Ejecutivo señalan que, pese al triunfo de Illa que auguran las encuestas, habrá que esperar a ver cómo se traducen los votos en escaños en el Parlament e insisten en que no creen que una victoria del PSC tenga "consecuencias" en el Congreso en el apoyo parlamentario de Junts y ERC al Gobierno.

Aclaran que tampoco preocupa que Junts figure en las encuestas "sistemáticamente" por encima de ERC, un hipotético resultado al alza que ven que podría haberse propulsado por el efecto de la candidatura de Carles Puigdemont.

Asimismo, las mismas fuentes descartan una fórmula de tripartito tras los comicios catalanes y reafirman su confianza "en la capacidad política de Illa".

Sobre una posible repetición electoral ante la falta de acuerdo para gobernar en Cataluña, argumentan que volver a las urnas no cambiaría el tablero político ya que el voto de los catalanes "está muy reflexionado", pero apostillan que Illa está logrando cosechar apoyos electorales "de todos lados".