1996, el año en el que comenzó a truncarse la relación entre Europa y Reino Unido

La crisis de las vacas locas abrió una importante brecha entre Londres y Bruselas

1996, el año en el que comenzó a truncarse la relación entre Europa y Reino Unido

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El pasado 31 de diciembre se puso fin a la relación entre Europa y Reino Unido con un acuerdo de Brexit que ambas partes aceptaron y que incluso vendieron como un logro, ya que las relaciones diplomáticas y comerciales tenían ventajas para ambas partes.

Poco menos de un mes después, el debate sobre las vacunas de AstraZeneca y la exportación que desde Reino Unido se debe hacer a Europa, para cumplir con los contratos establecidos entre Bruselas y la farmacéutica, ha abierto un nuevo debate que ha vuelto a poner el punto de mira el estado de las relaciones entre Londres y Bruselas.

A pesar del buen clima pactado en el Brexit, la historia de la relación entre Reino Unido y Europa ha tenido diferentes aristas, algunas de ellas fechadas en los años setenta. Desde entonces todos los primeros ministros del Reino Unido han tenido tensiones con Europa. Pero todo comenzó a torcerse bajo el mandado de Major, que sucedió a Thatcher, en plena crisis provocada por las vacas locas.

Durante las últimas décadas, la relación entre Reino Unido y Europa ha pasado por muchas crisis; desde la lucha de Margaret Thatcher para que la UE rembolsara al Reino Unido parte de la contribución anual al presupuesto de la Unión hasta la salida de Londres del Mecanismo de tipos de cambio en el año 19912. Pero sin lugar a duda, la guerra cárnica provocada por las vacas locas ha sido la más llamativa.

En marzo de 1996, la Comisión Europea anunció que había determinado prohibir la exportación de carne de vacuno procedente del Reino Unido, ya que podía existir un vínculo entre la enfermedad de "las vacas locas" la cepa mutante de una enfermedad que podía provocar la muerte de los humanos.

De forma paralela a la decisión de Bruselas, otros países como Francia y Alemania ya habían tomado medidas de forma independiente. Durante la época estival de aquel año 1996, la crisis se aceleró, en medio de la intención de algunos defensores de la Unión Europea por sacar adelante la moneda comunitaria.

Mientras tanto, en Londres, la oposición a Major hacía campaña contra la Unión Europea y exigieron al primer ministro que se opusiera a la prohibición de la carne de vacuno como lo hubiera hecho su antecesora, Margaret Thatcher. Mientras tanto, Tony Blair y el nuevo laborismo iba tomando terreno en el espectro ideológico británico. Todas las presiones derivaron en que Reino Unido se negara a cooperar en las reuniones de la UE hasta nuevo aviso.

Mientras tanto, en Bruselas, los órganos de decisión en los que los delegados británicos tenían derecho a veto no pudieron sacar algunas medidas hacia una mayor integración de la Unión Europea por tener en frente a Londres. En este sentido, la situación provocada por la crisis cárnica derivó en que las relaciones diplomáticas entre Reino Unido y Bruselas tocasen mínimos históricos.

Todo ello provocó una imagen de profundas heridas entre Bruselas con un estado miembro, una crisis que muchos recuerdan como un capítulo importante de la historia comunitaria y antesala del conocido Brexit de 2020.