El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, ha urgido este jueves a la canciller de Alemania, Angela Merkel, y al resto de líderes de la Unión Europea a participar en un debate "constructivo y detallado" sobre las propuestas británicas para el protocolo de Irlanda del Norte.

En una llamada telefónica a la canciller, el 'premier' ha subrayado que "la disrupción" causada a la ciudadanía y los negocios norirlandeses bajo el protocolo actual "no es sostenible" y ha incidido en que el plan "fracasa en muchos de sus objetivos previstos".

"En minimizar la disrupción de la vida diaria de todos, respecto al lugar integral de Irlanda del Norte en el mercado interno de Reino Unido y en preservar el delicado equilibrio de los Acuerdos de paz del Viernes Santo en todas sus dimensiones", ha dicho Johnson, según un portavoz de Downing Street.

Así, el primer ministro ha subrayado que "no se hallarán soluciones a través de los mecanismos existentes del protocolo" y, por ello, el Gobierno británico ha hecho varias propuestas para lograr "cambios significativos" en el plan.

Por otro lado, Johnson ha expresado a Merkel sus condolencias por las muertes acaecidas en Alemania a causa de las inundaciones y, en este sentido, ambos líderes han convenido en la importancia de abordar el cambio climático para "evitar" este tipo de fenómenos meteorológicos extremos y la devastación que traen aparejados. Por último, han acordado mantener el contacto.

El protocolo para Irlanda del Norte forma parte del pacto de divorcio negociado entre la Unión Europea y Reino Unido, cuyo acuerdo llegó in extremis a finales de 2020 y fue ratificado por los parlamentos británico y europeo.

El objetivo del protocolo es evitar la vuelta a una frontera "dura" en el Úlster porque preocupa que lo contrario dañe la paz lograda con los Acuerdos de Viernes Santo.

Por ello, esta salvaguarda prevé controles aduaneros en el Mar de Irlanda sobre las mercancías que transitan desde Gran Bretaña a la provincia británica, y evitar así que su posterior paso a la República de Irlanda pueda dañar el funcionamiento del Mercado Único.

Reino Unido se queja de las fricciones económicas vinculadas a la aplicación del protocolo y suspendió su puesta en marcha, razón por la que Bruselas ha iniciado un expediente sancionador contra Londres mientras trata de consensuar una solución alternativa.

Londres reclama "cambios sustantivos" en el protocolo y amenaza con suspenderlo totalmente si la UE no acepta modificaciones. Durante la jornada, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha avisado a Johnson de que la Unión Europea no aceptará reabrir la negociación del protocolo.