Quienes hayan disfrutado estos meses de la visita a la, bien llamada, iglesia de las tres culturas en plena judería sevillana, han podido comprobar in situ los minuciosos trabajos de restauración de su retablo que está despiezado en su nave central desde el pasado mes de noviembre. Desde que comenzaron estos trabajos en la iglesia de Santa María la Blanca los expertos se han debatido sobre lo que ya sospechaban, que tras este retablo estaban los restos del muro de cierre de lo que fue la antigua sinagoga.

Un hallazgo que, según José María Rincón, Arquitecto y director de obra de esta intervención, “muestra elementos que estamos observando hoy pero que nunca se han visto desde hace 350 años y que nunca se van a volver a ver ya que estarán solo unos meses al descubierto”. Han restaurado y consolidado todas las estructuras murarias que estaba en estado precario y muy pronto comenzarán a tapar todo y devolver todas las piezas a su sitio.

Un descubrimiento del que apenas quedan huellas como explica José Antonio Valiente, Arqueólogo del inmueble, pero sí este muro oculto desde 1321 cuando el templo judío fue destruido y se dio paso a la actual iglesia. “Un espacio que presenta tres hornacinas muy homogéneas con un material de ladrillos macizos que lo sitúan en la cronología en época del alto medievo, ha sido el que ha soportado todo el peso del cierre trasero del edificio”.

Almudena Fernández y José Joaquín Fijo están realizando las tareas de restauración de este retablo que se ha convertido en todo un hito para conocer más a fondo la historia de la esta iglesia. Un templo que fue mezquita, sinagoga hasta 1391 e iglesia cristiana. Estas tareas han confirmado lo que el arquitecto Óscar Gil, responsable de la rehabilitación que se llevó a cabo en 2012, había vaticinado sobre la evolución del inmueble.

Cuando, en 1931, la sinagoga se transforma en iglesia el hejal se convierte en presbiterio y se coloca la mesa de altar, momento en el que probablemente se eliminaron muchos elementos decorativo que debió tener, según apunta Valiente, que podrían ser similares a los de otras sinagogas como “la Sinagoga del Tránsito de Toledo, la de Córdoba y tantas otras".

El montaje de las distintas piezas del retablo comenzará la próxima semana y con ello, los restos que se conservan de la sinagoga volverán a ocultarse tras este espacio. De cara al verano, esta parroquia podrá seguir dando servicio a los fieles.