La clave para evitar el acoso escolar, dicho por una orientadora con más de 20 años de experiencia, es la “prevención”. Mercedes García, orientadora escolar del IES Europa de Arahal (Sevilla), cree que las tutorías, talleres y actividades, para que el problema esté muy presente entre los alumnos, es fundamental ya que cuando se da un caso de acoso confirmado es más difícil de atajar.

Considera que la figura del orientador permanente en primaria sería una herramienta fundamental, como ocurre en secundaria. “En primaria la dedicación del orientador está más enfocada en la evaluación y no responde a las demandas entre las familias de los más pequeños ya que, a veces, se ve simplemente como un conflicto entre iguales, cosas de niños, y podría ser un problema mayor”

Otro de los problemas en los centros es cómo saber que se trata de un caso de acoso. García asegura que se tiene que dar “un desequilibrio de poder, que haya diferencia de edad entre dos alumnos, una intencionalidad de hacer daño y que se repita en el tiempo, porque si es algo puntual no se considera acoso”.

Cuando se identifica como tal, el protocolo se activa y lo primero que se realiza son entrevistas al alumno acosador, al acosado y a posibles espectadores, siempre en colaboración con sus familias. Para posteriormente comenzar una investigación y una observación en pasillos y aulas por si es necesario tomar medidas cautelares.

Esta orientadora destaca el último protocolo que se abrió en su centro el año pasado que “se acabó cerrando porque hubo mediación entre las dos familias que llegaron a un acuerdo”. En ese caso se establecieron medidas paralelas para que los alumnos implicados no coincidieran en el aula y que estén controlados si tienen que compartir espacios como el patio.

Ayudar al acosado

La falta de formación de los docentes también se perfila como uno de los principales impedimentos para atajar estos casos. El acosado suele tener “un perfil de un alumno de baja autoestima y bajo autoconcepto” y se hace difícil trabajar con ellos, sobre todo ya en secundaria. Un alumno que en secundaria manifiesta ser acosado “es un alumno que, si hacemos una trayectoria histórica en su currículo, es más que probablemente que haya sido ya objeto de situaciones en las que se ha sentido también acosado”. De ahí la importancia de identificar estos casos en primaria.

Esta experta recomienda, en las tutorías y en casa, reforzar la autoestima y el autocontrol porque son habilidades que la mayoría de alumnos no tienen adquiridas. En contra de lo que se pueda pensar, Mercedes García asegura que ella se ha encontrado con padres colaboradores que demandan esa intervención y que piden que se evalúe la situación para detectar si hay acoso o se está magnificando un caso puntual.