La estafa de la que alerta la policía en la que puedes caer fácilmente

La pandemia ha multiplicado el acceso a Internet, nos ha animado a navegar, a usar nuevos servicios y recursos de la red.

Ha propiciado que accedamos a alternativas de compra online de productos que antes adquiríamos de manera presencial.

Los delincuentes han estados listos y también se han adaptado a este tipo de prácticas porque han visto en los nuevos hábitos una oportunidad de lucrarse.

Por eso tal y como confirma Begoña Fernández, Oficial de Policía del Grupo de Delitos Informáticos de la UDEF se ha producido un “alza en las estafas” por esta vía y buen ejemplo de ello son las que se producen en webs “de compra venta de productos de segunda mano”.

ALQUILERES QUE NO EXISTEN O ENAMORADOS QUE PIDEN DINERO

En esas páginas pueden sufrir estafas las dos partes del proceso, porque “a los compradores les cobran sin enviarles la mercancía y a los vendedores los estafan con las formas de pago o bien revirtiendo transferencias una vez enviado el producto o bien enviando solicitudes de dinero en lugar de pagos”.

¿Cuándo debemos sospechar? Pues está claro, los estafadores saben dónde apuntar, dónde hay mayor demanda de ciertos productos. Por eso cuando hay “objetos a la venta cuyo precio es demasiado bajo, especialmente de tecnología, teléfonos muy nuevos y que están agotados en el mercado”, debemos pensar que puede que haya “gato encerrado”.

Otro clásico en cuanto a las estafas , la de alquileres vacacionales.

Ocurre igual que con la venta a precio de saldo de la tecnología. Se ofrecen inmuebles a precio “muy atractivo por debajo de mercado usando fotos de otros anuncios”. Generalmente se pide “pago por transferencia y en este caso los estafadores se aprovechan de que la vivienda no se va a visitar hasta el día de acceder a la estancia”. Cuando la víctima llega a disfrutar de sus vacaciones descubre el terrible engaño porque la vivienda ya está alquilada por su dueño legítimo o directamente ni siquiera existe.

En los delitos a particulares también destacan las estafas amorosas. El perfil de víctima suele ser “mujeres de mediana edad, con las que los estafadores simulan establecer una relación sentimental”.

Poco a poco la historia se afianza, con conversaciones frecuentes a través de redes sociales y chats, hasta que acaba derivando en pedir dinero. Begoña Fernández reconoce que es una estafa “muy delicada tiene componente sicológico, las victimas se muestran más dolidas emocionalmente que otra cosa”.

ALGUNAS PRECAUCIONES PARA EVITAR DISGUSTOS

Lo primero y fundamental según explica la Oficial de Policía es “no tener prisa. No dejarnos llevar por la oferta”. Cuando la estafa se realiza vía telefónica “juegan con la inmediatez , con la presión evitan que podamos pensar con lucidez. Lo mejor es colgar, finalizar la llamada y realizar las comprobaciones que creamos oportunas” antes de tomar una decisión.

En ese momento es cuando “se busca confirmación de la información de la oferta, se puede preguntar en organismos oficiales, consultar a otras empresas del sector”, en definitiva actuar con cabeza, “no tener prisas por ejecutar una compra-venta, por coger un chollo porque puede volverse en nuestra contra”.

En cuanto a las llamadas con prefijos internacionales, “lo mejor es no atenderlas y no seguir las instrucciones que nos den a través del teléfono ni descargar aplicaciones que nos indiquen”.

Por último otro mecanismo más de seguridad a través de nuestra tarjeta. Podemos optar por “configurarla de forma segura, que las compras en Internet, en el extranjero estén desactivadas”. De esa forma evitamos disgustos y cuando queramos usarla solo tenemos que habilitar esa opción temporalmente para realizar nuestra compra o pago en el extranjero de forma segura.

Una recomendación más, nunca hay que avergonzarse de haber sufrido una estafa. Cuando hemos sido víctimas de un engaño lo mejor es presentar una denuncia para que la policía puede ponerse a trabajar y que el delincuente no pueda seguir actuando con impunidad.