SANIDAD
Los profesionales del HUC estallan: “Nadie quiere trabajar en este hospital y muchos se van”
La delegada de Intersindical Canaria, Cati Darias, denuncia que el estrés es tal, "que las bajas se han disparado con trabajadores que lloran y sufren"
Tenerife - Publicado el - Actualizado
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La situación del Hospital Universitario de Canarias sigue generando titulares. Tras la denuncia realizada por Belén Álvarez, una paciente con cáncer de mama que entró en Urgencias con un cuadro respiratorio, en Herrera en COPE Tenerife, la dirección del centro hospitalario ha movido ficha. Por lo pronto, el gerente Adasat Rojas se reunió el pasado viernes con la paciente, con el objetivo de conocer de primera mano todos los detalles de lo que sufrió Belén en los cinco días que pasó en el servicio de Urgencias, y que motivaron igualmente una denuncia ante del Diputado del Común. El gerente adquirió el compromiso con la afectada de tomar medidas de cara al futuro para solucionar situaciones como esta.
Pero hoy lunes, ha sido el turno de los profesionales del HUC, que lamentan la situación por la que atraviesan los pacientes de Urgencias, a la par que denuncian la situación límite que vive el personal de este centro hospitalario. Una situación, que en palabras de la delegada de Intersindical Canaria Cati Darias, está provocando la huida de profesionales, “ya que el hartazgo es tal que se van, los profesionales no quieren trabajar en esas condiciones”, con el agravante de que “es muy difícil conseguir profesionales que quieran asumir la situación de las Urgencias del HUC tal y como están”.
La situación está provocando que un paciente como Belén, “que tiene prioridad 2 en el triaje, y que tendría ser atendida en un plazo de dos horas, al final pasan 8 horas o 10 hasta que se la puede atender”. En otros términos, “es una pescadilla que se muerde la cola”.
“Nos estamos jugando el tipo cada día”
Pero la gravedad del asunto, llega un paso más allá, ya que “los profesionales se están jugando el tipo cada día, porque con esos tiempos de espera, esa imposibilidad de atención directa y con esa escasez de recursos, la posibilidad de fracasos asistenciales se dispara, y luego, el que se sienta ante el juez es el médico, no el gerente ni del director del Servicio Canario de Salud”.
La delegada sindical denuncia igualmente el alto grado de estrés que sufre el personal y que afecta a su día a día y a las bajas laborales que se producen, con una gráfica afirmación: “Del uno al diez, el nivel de estrés es un once, son unas condiciones en las que lloran, sufren, y las bajas se disparan porque no soportan la situación”, para concluir que “es imposible de una manera humana y anímica trabajar en esas condiciones”.