Quedan escasos tres días para la manifestación del 20 de abril, denominada Canarias tiene un límite, que pretende un cambio de modelo turístico. Entre los problemas que se pretenden resolver, se encuentran la conservación de los espacios naturales, la ecotasa, una moratoria turística y vacacional y la regulación de la compra de vivienda para extranjeros.

De hecho, múltiples han sido las reacciones de la gente en las calles de Santa Cruz de Tenerife, ya que fueron preguntados por la redacción de COPE Canarias acerca de si ven justificada la manifestación, que pretende ser la más multitudinaria de la historia de las islas. Curiosamente, todos los ciudadanos que prestaron su opinión, lo hicieron con conocimiento de causa, debido a los problemas que viven en el día a día debido al actual modelo turístico actual.

Una vecina del barrio de San Andrés, es testigo de forma constante de la dificultad que supone salir y entrar de su vivienda con su vehículo. Los fines de semana, son horribles para todos aquellos que quieran desplazarse hasta Santa Cruz o Las Teresitas, incluyendo el transporte público. La cantidad de coches que invaden las carreteras durante los días no laborables provocan enormes atascos, como el que se vivió recientemente durante el pasado domingo, cuando varias personas aprovecharon el día para visitar de forma masiva la playa capitalina.

Otra de las entrevistadas, orientó el problema al descanso que necesitan los vecinos del sur, afirmando rotundamente que es normal que los turistas vengan a divertirse, pero que no ve lógico que estén hasta altas horas de la madrugada en un estado de embriaguez que impide el descanso de los que viven cerca de las zonas turísticas.

La falta de viviendas es otra de las preocupaciones de los isleños que están viendo como el alquiler vacacional se ha ido comiendo los domicilios residenciales, provocando una subida de los precios por la excesiva demanda y la falta de oferta. Una de las alternativas que propone un chicharrero, sería regular el alquiler vacacional para evitar que los turistas desplacen a la población local. Aunque una última persona, opinó que para comprar una casa fuera necesario un contrato de trabajo en la isla. Una propuesta que afectaría mayormente a europeos jubilados que van a pasar su vejez en Canarias.