La manifestación masiva que se vivió en las calles de Santa Cruz de Tenerife el pasado 20 de abril contra del actual modelo turístico, ha despertado aún más a la sociedad, que espera cambios drásticos por parte de las administraciones públicas.

El sector hotelero, tampoco es ajeno a estos cambios que se necesitan en la isla, y se han mostrado proactivos a las demandas sociales como son la adecuación de las carreteras, y viviendas al crecimiento poblacional.

José Fernando Cabrera, presidente del Foro Amigos del Sur de Tenerife, destacó que en la manifestación hubo varias protestas generalizadas que venían a reivindicar la falta de gestión de los responsables públicos que no anticiparon los problemas hace 25 años.

En una misma línea, se mostró Victoria López, presidenta del Grupo FEDOLA, quien defendió que hubo muchos razonamientos en la manifestación y ninguno era relacionado con el turismo. Aunque, eso sí, siente que los políticos, en lugar de aceptar la responsabilidad, han optado por desviar el foco hacia los hoteles.

"El alquiler vacacional sigue creciendo como la espuma"

En respuesta a este oportunismo, la presidenta aclara que los hoteles han reducido sus plazas alojativas en 50.000 camas después de la pandemia. Algo que no se puede decir del alquiler vacacional que ya suma 250.000 y que “sigue creciendo como la espuma”.

El énfasis que se le ha puesto al turismo en los últimos meses ha provocado el malestar de la población, que ha lanzado mensajes en contra de los extranjeros y que ha suscitado el interés de los medios de comunicación británicos, donde dudan si es seguro viajar a Canarias en general, y a Tenerife en particular: “Hay turoperadores preocupados por lo que está pasando en Canarias”.

¿Esto afectará a las reservas?

Hay previsiones de que las reservas acaben menguando con el paso de los meses, aunque de momento, los principales países emisores de turistas disponen de un clima invernal que podría beneficiar temporalmente a Canarias hasta que se vaya disipando la imagen que se ha generado de por parte de sus visitantes.

Aunque habrá que ver si finalmente otros destinos competidores aprovecharán el revuelo para promocionarse como la alternativa donde los turistas son bienvenidos.