Las redes sociales se han convertido en un enemigo para los menores. En ese espacio sin filtro y, en ocasiones, sin control, acceden a un auténtico arsenal de contenido que alteran la percepción de uno mismo. Idealizan el físico y llegan a obsesionarse hasta el punto de convertirlo en su centro de interés. No sólo esto, sino que además el impacto psicológico que les genera está detrás de una pubertad precoz. Si hablamos de trastornos de la conducta alimentaria, las redes sociales además han acelerado la aparición de este tipo de enfermedades. “Se están detectando casos de 10 y de 11 años”, como nos ha explicado en Herrera en COPE Marta Hernández, psiquiatra del Hospital Clínico de Valladiolid y experta en el abordaje infantil.

La anorexia nerviosa y la bulimia son los trastornos más comunes y en el caso del Hospital Clínico de Valladolid, está detrás del 40% de los ingresos en la unidad de hospitalización infanto juvenil, una unidad de referencia en Castilla y León.

¿Cuáles son las señalaes de alerta? Las físicas e inmediatas tienen que ver con la reducción del peso, vómitos recurrentes, excesiva actividad física y preocupación por el físico, cambios en el estado de ánimo y en als relaciones con los demás y con la comida. Estos trastornos además tienen un impacto a largo plazo y tienen que ver con enfermedades como la ostoporosis, así como una detención del crecimeinto en la pubertad.

¿Cuál es el tratamiento más indicado? Desde terapias psicológicas hasta tratameinto psico farmacológico para que el menor recupere una situación de aceptación del propio cuerpo y normalizar su relación con la propia comida.

La doctora Martínez ha aprovechado para demandar más recursos públicos a la vista de la alta prevalencia de este tipo de trastornos y su detección a edades cada vez más tempranas.