La Comunidad de Madrid rinde homenaje al Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama reuniendo los relatos, ilustraciones y fotografías premiados en los distintos certámenes culturales desde 2017 para mostrar los rincones más atractivos de este privilegiado entorno natural y promover su conservación.

El viceconsejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Rafael García, ha llevado este martes un ejemplar de esta publicación, titulada "Relatos del Guadarrama", a la Peña del Arcipreste de Hita, ubicada en término municipal de Guadarrama y declarada Monumento Natural de Interés Nacional en 1930. En este punto se puede encontrar un ejemplar del "Libro del Buen Amor", que lo señala como el lugar de encuentro del arcipreste con la pastora Aldara. Está en un arca de madera, junto a un cuaderno en el que los montañeros escriben sus impresiones.

Ahora también está 'Relatos del Guadarrama', que se podrá encontrar en los buzones de los refugios, cimas y miradores del Parque Nacional, donde los técnicos de la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, responsables de cuidar este entorno, los depositarán periódicamente para poder combinar la lectura con la observación del paisaje.

Esta iniciativa se ha puesto en marcha con motivo del décimo aniversario de la declaración oficial del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama y su incorporación a la Red de Parques Nacionales de España, que se cumplió en junio del año pasado.

Un refugio natural, una inspiración cultural

El Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama ocupa una superficie de 33.960 hectáreas, de las que casi el 64% corresponde a la Comunidad de Madrid y algo más del 36% a Segovia. En él viven especies animales de gran valor medioambiental como el buitre negro, la perdiz roja, la cabra montesa o el lobo y se encuentran más de mil especies vegetales, de las que 83 son endémicas de la Península Ibérica.

Recibe una media de 2,5 millones de visitantes al año, que cuentan con el apoyo de los centros de atención de Peñalara, Valle de la Fuenfría, La Pedriza y Valle de El Paular, así como los puntos de información de Valsaín y Canto Cochino.

Su cercanía a la capital ha provocado que, durante siglos, muchas personas se hayan inspirado en este espacio para diferentes expresiones artísticas.

Además, los concursos anuales de pintura, narrativa, fotografía y cine, que cuentan con cientos de participantes, impulsan su conocimiento y, con ello, su cuidado y preservación.