Cinco terroristas armados hasta las cejas han entrado en el crucero Costa Diadema. El barco se dirige A Coruña y atraca, con miles de pasajeros en vilo ante lo que pueda pasar. Hay doce rehenes y los delincuentes exigen una serie de condiciones para terminar con el secuestro.

No es una noticia real, pero si miramos al puerto gallego sin contexto, podríamos creer que sí. Con este argumento de película se desarrolla un ejercicio coordinado por la Armada. Desde primera hora de este viernes están movilizados desde Protección Civil hasta varios helicópteros, pasando por decenas de agentes que han tomado la zona centro de la ciudad. La policía Nacional dirige el dispositivo en A Coruña.

La portavoz del 091, Inés Amor, comenta que "lo primero que se hace es un incidente crítico, organizar un centro de coordinación en el que están presentes los diferentes organismos". Se moviliza, en concreto, a "Policía Nacional, Armada, Autoridad Portuaria, Salvamento Marítimo y Capitanía Marítima"

Todo tipo de problemas

Tras la recepción de la alerta, hay que nombrar un "negociador" que se encarga de hablar con los terroristas y conocer sus reivindicaciones y plazos. Pero en el dispositivo, no falta de nada: enfrentamientos, gente que se tira al mar, una fuga de gasoil y hasta varias explosiones, dentro y fuera del barco, que "no produce víctimas" pero sí una "pérdida de gasoil" que obliga a activar medidas anticontaminación.

A unos metros de la carpa de los Tedax con todos su material, desembarcan los pasajeros del Costa Diadema. Muchos de ellos se asoman desde sus camarotes para inmortalizar la insólita vista de la ciudad gallega, llena de policía. Días antes se les ha avisado de lo que iba a pasar para que no cundiese el pánico.

La coordinación, a prueba

El objetivo de este dispositivo es probar la coordinación entre fuerzas de seguridad ante una eventual emergencia de este tipo. Se trata de "tener una coordinación entre los diferentes organismos que tienen que estar activados en caso de que se produzca un incidente de este tipo". En caso de que suceda, los recursos tienen que estar "automatizados para que todo salga perfecto o lo más perfecto posible para una resolución buena"

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La película terminó con final feliz, con la captura de los terroristas y la liberación de los rehenes. En un secuestro real, eso sí, no podrían salir los cruceristas, que hoy han disfrutado con normalidad de sus paseos por la ciudad y excursiones.