El presidente del sindicato ANPE en Galicia, Julio Díaz Escolante, reconoce que las medidas propuestas para el regreso de los alumnos a las aulas y las que seguramente habrá que adoptar para el inicio del próximo curso pueden suponer “un giro total” en el sistema “educativo tradicional” y en el día a día de los propios centros.

En declaraciones a Cope Lugo, Díaz Escolante reconoció que será realmente “muy díficil” cumplir las normas higiénico-sanitarias decretadas por el propio Gobierno de España en los centros educativos, pero también dijo que “habrá que adaptarse a la situación”, motivada en este caso por la lucha contra la pandemia del Covid19.

“Hará falta más dinero”, dijo Díaz Escolante, porque habrá que “duplicar recursos” y contar con un mayor número de profesores, habida cuenta de la distancia de seguridad que habrá que mantener entre los alumnos para garantizar su seguridad y de las propios docentes.

A lo que se opone el sindicato de forma rotunda es a la posibilidad de que una parte de los alumnos se quede en casa el próximo curso, porque “eso supondría institucionalizar una educación de dos marchas” en la que, como siempre, llevarían seguramente las de perder las familias más vulnerables.

Con respecto a las medidas para el regreso a los aulas de los alumnos de cursos superiores de FP y segundo de BAC, precisó que la prohibición de que los familiares entren a los centros, los procesos continuos de desinfección y el distanciamiento entre personas será, probablemente, un ensayo con respecto a lo que puede suceder el próximo curso.

Díaz Escolante reconoció que entre los profesores hay “mucho miedo” a lo que puede suceder con el regreso a las aulas, porque “desde el 26 de abril, cuando se les permitió a los niños salir de casa una hora al día, los contagios entre los menores han aumentado un 10%. Imagínate lo que puede suceder cuando se los meta a todos cinco o seis horas al día en un aula”.