Los grupos scouts de la isla hemos celebrado el Sant Jordi, con el lema “Escuchas Naturalmente Inteligentes”. Conjuntamente con otros grupos de niños y jóvenes, nos hemos convertido en agentes de inteligencia para valorar las capacidades humanas en contraposición a lo que aprenden a realizar las máquinas.

El encuentro comenzó en Alaior el sábado; después de hacer presentaciones y grupos por ramas, se hizo un descubrimiento por dentro del pueblo, que estaba de celebración por el 720 aniversario de su fundación. Reencontrados todos los grupos en la balsa de Sant Pere, ponen rumbo hacia la zona de acampada de Son Putxet.

Con las tiendas montadas y ya cenados, se realizan algunos juegos de bosque en las diferentes zonas de acampada, antes de reagruparnos para acabar la velada. Ponemos en común las preguntas y respuestas de la gincana y se hace una conexión especial con Panamá, desde donde la reportera de Tramuntana TV nos envía información sobre la ley scout.

Antes del “buenas noches” se hizo un momento de reflexión sobre los conflictos en el mundo y, recordando la luz de la Paz de Belén, que les escuchas en todo momento y en cualquier lugar, debemos ser “agentes de Paz”

El domingo empezó con la celebración eucarística, presidida por el obispo Gerard y acompañado del consiliario diocesano de Escoltes de Menorca, Joan Mercadal Victory. Ya a primera hora de la mañana llegaban los agentes visitantes de Alaior; algo más tarde, los de Ciutadella y los agentes especiales del Batec Escucha. Después de merendar y tomar fuerzas, se hicieron grupos según los países de misión de cada uno, para participar en los talleres. En cada uno de los espacios, los grupos trabajaban en torno a una inteligencia, puesto que los humanos tenemos capacidades más allá de la lingüística y el razonamiento matemático, que son los que más se trabajan en la escuela.

Pasado el mediodía, se empezó a desmontar las tiendas y dejar el espacio de acampada bien despejado. Mientras tanto, un buen equipo de agentes especiales preparaban las paellas para el almuerzo, que de repente empezaron a oler muy bien. Acabada la comida, el grupo de niños y jóvenes, mochilas en la espalda, iniciaron ruta hacia Alaior para poner punto y final al encuentro. Antes de partir a casa, se repartieron los recuerdos. Eligieron un saquito de nueces, que tienen una forma similar a nuestro cerebro y nos aportan nutrientes esenciales. Como ya es tradición, terminamos el fin de semana formando un gran círculo y cantando la hora de los adiós.

En el momento de escribir esta crónica, nos enteramos del traspaso de Mn. Pere Oleu, una persona precursora e impulsora del escultismo en Menorca. Desde aquí nuestro más sentido pésame a la familia ya toda la comunidad cristiana.