El alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, ha afirmado que la colocación este martes de una placa en recuerdo a Fermín Monasterio, primera víctima civil asesinada por ETA, que se ha desarrollado con la ausencia de EH Bildu y PP, es "un acto de humanidad" en el que "debiéramos estar todos".

Aburto ha realizado estas declaraciones tras asistir a la colocación de una nueva placa conmemorativa en recuerdo y homenaje a Fermín Monasterio, taxista vecino de Bilbao que fue asesinado a tiros por ETA el 9 de abril de 1969.

Representantes de todos los grupos del Ayuntamiento, excepto de EH Bildu y Partido Popular, cuya portavoz, Esther Martínez ha tenido que ausentarse a última hora por una emergencia familiar, encabezados por el alcalde, y del 'Foro Bilbao por la Paz y la Convivencia', han colocado esta nueva placa en un acto simbólico con el que se quiere que la Villa guarde en su memoria y en sus calles el recuerdo de todas las personas asesinadas por la violencia terrorista.

Muy cerca de donde vivía

La placa se ubica en el parque de Botica Vieja, en Deusto, en la zona ajardinada junto a la fuente, un espacio próximo al domicilio familiar, siguiendo su expreso deseo. Con este homenaje se quiere "rescatar del olvido" la historia de Fermín Monasterio, que con tan solo 38 años fue asesinado mientras ejercía su profesión.

Con este objetivo, en la parte inferior de la placa se ha colocado un código QR que conduce a la web municipal y al denominado 'Mapa de la Memoria de Bilbao', donde se recogen los hechos vinculados con la violencia política y el terrorismo en la Villa.

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Aburto: "Acto de justicia"

Tras el homenaje, con una ofrenda floral acompañada de los sones de la Banda Municipal de Txistularis, el alcalde ha señalado que este acto es "sobre todo de justicia". "Es un acto de reconocimiento y, sobre todo, de cariño hacia la familia de Fermín, hacia el propio Fermín, hacia su viuda y hacia sus hijas", ha añadido.

Aburto ha dicho que "Fermín fue arrebatado de manera violenta de su barrio de Deusto y, más de 50 años después, vuelve a él para permanecer para siempre, para que jamás olvidemos que la barbarie del terrorismo fue una lacra que padeció esta sociedad y que esperemos haber aprendido para que nunca, jamás, vuelva a tener cabida entre nosotros".

Homenaje "muy especial" para la familia

Por su parte, Dori Monasterio, hija de Fermín Monasterio, ha dicho que se trata de un homenaje "especial a la memoria" de su padre, para que su asesinato "no quede todo esto en el olvido". "Habrá gente que pase página, pero lo que ha ocurrido durante décadas no lo podemos olvidar nadie", ha afirmado.

Tras mostrar el agradecimiento de su familia "a los ciudadanos de Bilbao", al Ayuntamiento y al Foro Bilbao por la Paz y la Convivencia, ha dicho que lo ocurrido "hay que contarlo" y "la memoria de lo que ha ocurrido tiene que quedar permanente". "No hay camino para la paz, la paz es el camino y la violencia no cabe en este mundo", ha concluido.

Fermín Monasterio Pérez

Natural de Burgos, Fermín Monasterio fue asesinado el 9 de abril de 1969 por un miembro de ETA que huía herido de una operación policial en la calle Artekale, en el Casco Viejo de Bilbao. En la parada de taxi, próxima a la iglesia de San Antón, encañonó a Monasterio, que prestaba servicio con su vehículo, obligándoles a salir de la ciudad.

Durante el trayecto, al advertir que el huido estaba herido, se negó a seguir adelante si no aclaraba qué ocurría, momento en el que recibió tres disparos. A la altura de Arrigorriaga, lo sacó del vehículo y le asestó un último tiro, dejándolo en la cuneta y escapando con el taxi, según ha relatado el Ayuntamiento.

Una persona lo encontró muy malherido y, aunque ingresó con vida en el Hospital de Basurto, falleció al poco tiempo. El vehículo fue encontrado abandonado en la localidad vizcaína de Orozko. Su muerte quedó sin responsabilidad judicial debido a la aplicación de la ley de Amnistía de 1977, ha recordado el Consistorio.

Cuarta placa

La placa de Fermín Monasterio es la cuarta que se coloca en Bilbao en recuerdo de las víctimas del terrorismo. La primera se puso el 19 de noviembre de 2022 en Begoña en homenaje a Ángel Pascual Múgica, ingeniero de proyecto de la central nuclear de Lemoiz que fue asesinado por ETA en Bilbao el 5 de mayo de 1982.

La segunda, colocada el 12 de septiembre de 2023 en el Parque de Doña Casilda, recuerda a José María Urquizu, farmacéutico asesinado por ETA en 1980 en la farmacia que regentaba la familia en Durango.

La tercera placa, para recordar a Benicio Alonso Gómez, trabajador del Banco de Vizcaya asesinado por ETA en 1983, se colocó el pasado 19 de marzo en la Gran Vía bilbaína, junto al BAT, edificio que fue la antigua sede del BBVA.