En esta sección de ‘Herrera en COPE’, Antonio Agredano mezcla lo “cotidiano y exótico” con una particular visión de las cosas de la vida capaz de equiparar con lo más sorprendente en sus "Crónicas perplejas".

Caminamos mirando el móvil. Nos movemos con prisa. Los auriculares puestos. Encerrados en esa cárcel de hueso que somos. Tan nuestros, muchas veces. Tan solos. Sin un instante, siempre tarde, pastoreando a los hijos, metiendo prisa, pensando en la cena.

O en la cita de ayer, que no salió bien. O en la llamada del jefe que nos dejó preocupados. En que el seguro del coche nos lo cobran este mes. En que la lavadora está definitivamente rota y hay que sacar tiempo para ir a comprar una.

En esas cosas se va la vida. Y así perdemos los detalles. Sin pausa, no hay mirada, y sin mirada, somos seres huecos, livianos. Demasiado parecidos unos a otros.

La ciudad a veces es sólo un decorado. Uno de esos decorados baratos de película antigua, con cielos pintados y casas que son apenas fachadas sujetas con pilares y contrafuertes de madera. Paseamos por delante de la cámara sin diálogo. De un lado para otro. Con la cabeza gacha.

Hasta que un día, nos detenemos. Y dejamos el teléfono y el reloj a un lado. Y alzamos la vista y respiramos profundamente y encontramos ante nosotros el milagro de lo cotidiano. Lo pequeño de repente se ha hecho grande. Lo de siempre ha crecido hasta convertirse en algo extraordinario.

No son los monumentos, ni los sabores, ni los paisajes, ni las gentes. No. Somos nosotros. Nosotros somos el rincón oculto. Nosotros somos el instante maravilloso. Nosotros somos los que llenamos los espacios y convertimos en inolvidables las piedras y los vinos. Las cenas y el mar.

Nosotros somos los protagonistas. Nosotros somos todo lo bueno que hay en este mundo. Y sólo, deteniéndonos, dejando atrás lo superfluo, mirando las cosas con generosidad, con ternura y con pausa… podemos ver el mundo tal como es, en su infinita y deslumbrante belleza

Las 'Crónicas perplejas' de la semana de Antonio Agredano

'Crónicas perplejas': “Estar solo no es sentirse incompleto”

'Crónicas perplejas': “Hay momentos en los que uno necesita ir a sitios en los que jamás estuvo”

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'Crónicas perplejas': “No es adelgazar, sino haber aprendido a quererse, con sus defectos y virtudes

'Crónicas perplejas': “Que cada cual elija su vida y luego asuma sus consecuencias”