En esta ocasión, preguntamos a nuestros 'fósforos' lo siguiente: ¿A qué jugaban de niños? Cristóbal es el primer oyente de 'Herrera en COPE', vecino de Madrid, que nos cuenta que "vivía en Chamberí (Madrid). Subíamos por la estructura de donde se arreglan las fachadas y ver quién llegaba más alto. Lo más grave que he jugado era que nos íbamos a la vía del tren, teníamos que apoyar la oreja sobre la vía del tren y ver el que esperaba más la llegada del tren. Había un pique sin ningún beneficio, a veces era exagerado".

Rubén es de Logroño y explica que, en su caso, jugaba al "cinto. El cinturón. Quedábamos todos en la plaza y había uno que se encargaba de traer el típico cinturón. Lo escondía en algún lugar, y el que lo encontraba... en el momento en el que gritaba 'cinto' teníamos que correr porque daba a los demás. En la espalda, en las piernas y donde pillara".

Una 'fósfora', llamada Trinidad, echaba el rato de niña "jugando con una hoja de chumbera y una navaja. En aquella época, se salía a la calle para jugar. El juego consistía en tirar la navaja y darle a la hoja. Si se caía la navaja, no te anulaba. Pero si se salía, sí. La odisea era el ir, el cogerla, el quitarle los pinchos y allí salíamos con todo".

¿Y Alberto a qué jugaba? Responde que, a sus 58 años, recuerda el patinete. "Poníamos rodamientos en las puertas. Nos cogíamos una cuesta abajo, sentados en la puerta y la dirigíamos con otro rodamiento que teníamos en la punta. Era en forma de cruz. Como si fuese el auto loco. Luego, teníamos el premio al llegar a casa". El segundo juego que recuerda es que "en Madrid había una escalera muy amplia. Nos tirábamos de arriba a abajo y con plástico, que deslizaba como una pista de hielo".

"Nos metíamos dentro de la rueda y cruzábamos la carretera en ella"

Loli también ha querido rememorar viejos tiempos. Le ha asegurado a Alberto Herrera que, de niña, "jugaba a un juego que puede parecer inocente, pero no lo es. El balón tiro. Hacía daño. A mí me llamaban bailarina porque conseguía esquivarlos todos. Es parecido al balón prisionero. Cuando te daban el balonazo, te ibas marcada".

Marta pasó su infancia en la calle y relata que jugaba a "la una a la mula. Uno se ponía en posición de burro. Íbamos saltando todos. Lo hinchábamos a palos. Tortazos al que le tocaba. Y después había otro, que era un entretenimiento que teníamos. Íbamos a coger ranas a una charca que había cerca. Las metíamos debajo de un cubo y con unas cañas se las metíamos por el culo y las reventábamos".

Más oyentes. Como Jandro, que afirma que "cogíamos una pastilla de nitrato, le echábamos encima un poco de azufre. Dábamos un zapatazo y la baldosa en cuestión reventaba". Escucha aquí la sección completa de 'la hora de los fósforos'.

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Por último, Álex dice que es de los juegos peligrosos. "De pequeño, mi padre como era camionero nos traía ruedas viejas. Nos metíamos dentro de la rueda y cruzábamos la carretera en ella. Lo más peligroso era cuando nos pillaba mi padre. Lo que cobrábamos no estaba escrito".