LA NOCHE DE ADOLFO ARJONA

El singular arma con el que un español mató a Leon Trotsky en su despacho

En "La Noche de Adolfo Arjona" te contamos la historia de Ramón Mercader, el hombre que consiguió acceder al círculo más íntimo del líder ruso y asesinarlo a sangre fría

Yolanda Guirado

Sevilla - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

El 21 de agosto de 1940 un hombre entraba en el despacho de Leon Trotsky para reunirse con él. Pero no sería una reunión como otra cualquiera. Recibiendo a ese joven belga, el gran enemigo de Stalin estaba firmando su sentencia de muerte.

Ramón Mercader se presentó en su despacho con la coartada perfecta. Era un joven periodista belga, pareja de Silvie Ageloff, una de las mujeres del círculo más íntimo de Trotsky.

En "La Noche de Arjona" nos acercamos a la figura de este hombre. Se había mostrado muy interesado por el pensamiento de Trotsky, y tenía un especial interés en que el impulsor del partido comunista ruso leyera uno de sus escritos. Sin embargo, el supuesto periodista era realmente un espía español al servicio de su gran enemigo.

Ramón Mercader fue el Plan B para matar a Trotsky

Un piolet y una ventana

Aquella mañana de agosto, Ramón Mercader consiguió quedarse a solas con la víctima en su despacho. Sentía la calma tensa y el pico del piolet que llevaba escondido entre la ropa. El mismo que los guardas no habían encontrado. El mismo con el que le asestaría un golpe en la cabeza.

Y entonces ocurrió. Trotsky se dio la vuelta buscando la luz de la ventana para ver bien el escrito. De pronto Ramón Mercader tenía a su víctima ahí. A algo menos de un metro. Sacó el piolet y se lo clavó en el cuello. Varias veces. Ya no había marcha atrás.

Como el Catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Navarra, Pablo Pérez, le ha contado a Adolfo Arjona, Ramón Mercader no fue el elegido para llevar a cabo el plan. Él era solo una parte de un plan más amplio. Fue el elegido cuando fracasaron el resto.

El español que mató a Trotsky

Pero, ¿Quién era Ramón Mercader? El hijo de Caridad del Río había crecido fuera de España con su madre, quien defendía firmememente en el Comunismo. A través de su madre, él militó en el ejército republicano durante la Guerra Civil española. Sería entonces reclutado por el KGB.

En esos momentos, el plan para matar a Trostsky estaba en marcha. Pero uno de los hombres preparados para atentar contra Trotsky abandonó. En ese momento, se activa un nuevo plan. Ramón Mercader intentaría acercarse al círculo más íntimo de Leon Trotsky para acabar con su vida.

Leon Trotsky junto a un grupo de jóvenes en México

El español era muy consciente de que no lo tendría nada fácil porque el líder de la Revolución de 1917 vivía rodeado de fuertes medidas de seguridad y ya habían intentado asesinarlo una vez sin éxito.

Frida Kahlo, la coartada que no funcionó

Intentó acercarse a Trotsky a través de la artista Frida Kahlo, pero no lo consiguió. Fue enconces cuando conoció a Silvie Ageloff, con la que mantuvo una relación. Y fue así como Mercader empezó a conocer a los agentes de seguridad que custodiaban la casa y el despacho de Trotsky. Y así fue como en solo unos meses, el español acceder a su víctima aquel 21 de agosto de 1940.

A miles de kilómetros, su madre estaba al corriente de la operación. Y lo estaba esperando en Cataluña. Pero Ramón se quedó paralizado tras atacar a Trotsky. Con la sangre de su víctima corriendo entre sus dedos. No escapó. No pudo. Cuando los secretarios de Trotsky lo descubrieron, lo bloquearon y fue condenado a 20 años. Trotsky fallecía horas más tardes en el hospital.

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