En el año 1865 nacía en Estados Unidos el Servicio Secreto, cuyos agentes tenían encomendada la misión de luchar contra la falsificación del dinero en el país. Esa misión se fue ampliando con el paso de los años. Hoy, su tarea principal es la de proteger al presidente de Estados Unidos y su familia. A esta agencia federal pertenecen los guardaespaldas de los presidentes norteamericanos. Su lema: “Preparados para lo peor, esperamos lo mejor”.

Ser escolta del presidente de Estados Unidos es la máxima aspiración para los hombres y mujeres que trabajan en la seguridad de aquel país. Se trata de un cuerpo de élite adscrito al Servicio Secreto estadounidense (que está formado por unos 3.500 agentes especiales). El periodista de investigación Juan Luis Galiacho, director de elcierredigital.com, cuenta en 'La Noche de Adolfo Arjona' que existen “diferentes tipos de escoltas del presidente de EE. UU.”.

TRES NIVELES DE ESCOLTA

Según Galiacho, por un lado está “la escolta avanzada, que es la que antes de que por ejemplo un presidente viaje a España, viene aquí quince días antes y peina todo el lugar en el que va a estar” y que forman unos cien agentes. “Por otro lado está la contravigilancia, que serían aproximadamente unas 500 personas, que se meten dentro de la muchedumbre” y, por último, el primer círculo de escoltas “que está con el presidente en todos los trayectos, siempre próximos a él, que son los que vemos en las películas”.

En España, los escoltas son miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, por tanto, empleados públicos. En el caso de Estados Unidos también “son servidores públicos”, no se trata de un servicio del que se encarguen “empresas privadas”.

En todo caso, existen algunas diferencias como explica Galiacho en la conversación con Adolfo Arjona: “En el caso de España pertenecen a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, como Policía Nacional y Guardia Civil, así como el Ejército, y en Estados Unidos sin embargo están vinculados a los servicios secretos, concretamente a la CIA”.

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PRUEBAS FÍSICAS Y TEÓRICAS

Los candidatos a guardaespaldas del presidente norteamericano se someten “a pruebas físicas y teóricas”. “Las físicas se realizan cada año para saber si están en condiciones y las teóricas también son muy periódicas y estamos hablando de cursos de armas, de escáner y métodos de contravigilancia”. El experto añade que, aunque no existe un límite de edad expreso para ejercer de escolta del presidente de EE. UU., “son las pruebas físicas las que marcan ese límite”, puesto que son “muy duras”.

¿Y cuánto cobra un guardaespaldas norteamericano? El periodista de investigación Juan Luis Galiacho le cuenta a Arjona que el salario ronda los 4.000 dólares al mes, “unos 3.800 euros, mientras que en España la escolta del Rey Felipe VI cobra 2.800 euros”.

PROTOCOLO DE ACTUACIÓN

El personal encargado de la seguridad del presidente de EE. UU., ¿en qué momento debe actuar? Sobre el protocolo de actuación habla en 'La Noche de Adolfo Arjona' Juan Luis Galiacho: “Siempre tienen que velar por la seguridad del presidente y tienen que darle protección ante cualquier amenaza, ya sea física o verbal”. “Su único objetivo es mantener siempre seguro al presidente”, añade.

El periodista de investigación ponía el ejemplo de cuando un presidente norteamericano viaja a España. En ese caso, en el hotel en el que se aloje “los servicios secretos siempre contratan tres plantas: en la que va a estar el presidente, una por arriba y una por abajo”.

PRIVACIDAD DEL PRESIDENTE

Arjona le preguntaba a Galiacho si existe alguna circunstancia, por ejemplo por intimidad, en la que el presidente de Estados Unidos no esté protegido por su escolta y el periodista respondía: “La única intimidad que tiene el presidente de EE. UU. es en la Casa Blanca”. No obstante, en la residencia presidencial siempre existe un retén de unos cien agentes “permanentemente por si el presidente tiene una enfermedad y hay que sacarlo, por si tiene que hacer una salida de urgencia... siempre hay un retén de cien escoltas ante cualquier situación de emergencia que pueda ocurrir”.

El Servicio Secreto de Estados Unidos tiene como función principal proteger al presidente y a su familia, pero no solo a ellos, también al vicepresidente y su familia, a los expresidentes, sus esposas y sus hijos hasta que cumplen 16 años. Además, son los encargados de la seguridad de los candidatos y sus cónyuges en la recta final de las elecciones presidenciales, de mandatarios extranjeros que visitan el país y de autoridades estadounidenses en misiones especiales fuera de sus fronteras.