Un empate a dos goles en Londres, que sigue a su derrota el miércoles en el derbi de Merseyside, cierra una semana negra para el Liverpool, que se aleja de forma prácticamente definitiva de la lucha por el título con una igualada que tampoco le sirve al West Ham para reactivar sus opciones de lograr una plaza europea.

Sin acierto y una defensa demasiado endeble, el equipo de Jürgen Klopp no parece en disposición de ofrecer a su técnico una despedida acorde con la etapa protagonizada por el entrenador que devolvió a los 'reds' a lo más alto.

Una despedida que habrá cómo es con los jugadores y es que este sábado se ha vivido una situación muy tensa entre el propio Klopp y el egipcio Mo Salah.

Salah comenzó en el banquillo el partido y el alemán decidió meterle en el campo en el minuto 79, sin embargo, las imágenes captaron una bronca entre ambos. El uruguayo Darwin Núñez que también iba a salir junto a Salah, tuvo que poner paz entre los dos.

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Al término del partido, Mo Salah, lejos de olvidar este asunto, echó más leña al fuego: "Si hablo habrá fuego".