Ceuta, desbordada por la llegada masiva de marroquíes, buena parte de ellos menores de edad
Se negocia una devolución en caliente, mientras fuentes marroquíes lo interpretan como una respuesta a España por acoger al líder del Polisario
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Es una situación inédita en la ciudad autónoma. Los inmigrantes siguen llegando desde primeras horas de la pasada madrugada. Y no solo a nado, aprovechando las excelentes condiciones de la mar este lunes; simplemente cruzan a pie por la playa de Benzu. Más de mil a estas horas, según nos confirma delegación del Gobierno, lo han hecho ya. Fuentes policiales consultadas en Ceuta dan ya por superada esa cifra e incluso aclaran que casi el 70 % de los que llegan en las últimas horas son menores de edad. Lo hacen sin ningún impedimento en la frontera, según nos confirman a un lado y otro de la línea fronteriza. Cruz Roja les atiende en las naves del Tarajal.
Isabel Brasero, su portavoz, calculaba a las seis de la tarde unos 300 inmigrantes ya atendidos en el interior de las instalaciones y otros 300 en el exterior. Nada más ser recibidos se les identifica y se les somete al protocolo Covid.
Se ha creado un comité de crisis, nos aclara Delegación del Gobierno, con la intervención del ministerio de Defensa, Gobierno de la ciudad autónoma y la misma Delegación del Gobierno. Todos ellos en contacto con Protección Civil o la propia Cruza Roja. Se habilita una nueva nave con literas para albergar a los recién llegados esta noche al tiempo que los ministerios del Interior y Exteriores mantienen abiertas las gestiones con las autoridades marroquíes para intentar una devolución en caliente, tal como ya ocurrió a finales de abril tras la llegada de más de un centenar, entonces, de inmigrantes.
El gran problema en esta ocasión, dicen las fuentes consultadas, es que al menos 300 de estos mil son menores aún por determinar. Son los datos que manejan las fuentes oficiales consultadas. Y a los menores no se les puede devolver.
Fuentes marroquíes al otro lado de la frontera alertan sobre la relajación de los controles de salida en otros puntos del litoral marroquí. A lo largo el día se están subiendo a las redes sociales imágenes de salidas hacia territorio español de embarcaciones con inmigrantes en puntos como Tánger. Y todo ante la pasividad de la policía de Servicios Especiales, dependientes del misterio del Interior marroquí. Los gendarmes, integrados en el Ejército y por lo tanto con dependencia de Defensa, no están interviniendo ante esta avalancha.
Los medios marroquíes consultados por COPE establecen una clara relación entre esta situación permitida por el gobierno alahuita y la advertencia reciente de Rabat de que la acogida del gobierno español al líder del polisario, Brahim Gali, por razones humanitarias, tendría “todas las consecuencias”.
Marruecos, dicen estas fuentes a COPE, se niega a ser el gendarme de Europa para la inmigración y luego que un “socio y vecino” le responda así. Al gobierno español, según la ministra de Exteriores, González Laya, “no nos consta” que esto sea una respuesta a nada.