Un tribunal militar de República Democrática del Congo (RDC) ha condenado a muerte a 25 soldados acusados de abandonar sus posiciones durante los combates con el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) en la provincia de Kivu Norte, situada en el este del país africano.

Los soldados fueron acusados de huir de los enfrentamientos desatados la semana pasada en las localidades de Kaseghe y Matembe y de llevarse consigo además municiones, además de llevar a cabo actos de pillaje, según ha informado el portal congoleño de noticias Actualité.

Mbuyi Kalonji, uno de los portavoces del Ejército en la zona, ha afirmado que "desde el inicio de las vistas, ningún otro militar ha participado en actos de abandono de las líneas". "Creemos que la decisión ayudará a la buena aplicación de las operaciones", ha sostenido.

El M23 se hizo la semana pasada con el control de la localidad de Kanyabayonga en el marco de sus avances en Kivu Norte, después de que la primera ministra de RDC, Judith Suminwa, rechazara cualquier tipo de diálogo con Ruanda, acusado de apoyar a los rebeldes, dado que Kinshasa no quiere mantener conversaciones con "los agresores".

El M23 es un grupo rebelde formado principalmente por tutsis congoleños y que opera principalmente en la provincia. Tras un conflicto entre 2012 y 2013, RDC y el grupo firmaron en diciembre un acuerdo de paz. En dichos combates, el Ejército congoleño contó con apoyo de tropas de Naciones Unidas.

El grupo lanzó una nueva ofensiva en octubre de 2022, recrudecida a partir de noviembre, lo que provocó una crisis diplomática entre RDC y Ruanda por su papel en el conflicto. Kigali ha acusado a Kinshasa de apoyar a las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), un grupo armado rebelde fundado e integrado principalmente por hutus responsables del genocidio de 1994 en Ruanda.