Línea Editorial 23/08/2021

Las declaraciones de la ministra de Educación

Pilar Alegría ha declarado que tiene “todo su respeto hacia la educación concertada porque juega un papel clave en nuestro sistema educativo”

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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En pleno proceso de desarrollo de la nueva Ley de Educación, la nueva ministra Pilar Alegría ha declarado que tiene “todo su respeto hacia la educación concertada porque juega un papel clave en nuestro sistema educativo”. La responsable de la cartera de Educación ha añadido que no hay que olvidar que “si los conciertos existen fue gracias a una ley de un ministro socialista como fue José María Maravall”. Lo que no ha dicho la ministra es que en aquella época, el partido socialista, salido de la Transición, estaba aún en el diálogo y no en actitudes maximalistas.

No está demás que la ministra de Educación reconozca el papel que la educación concertada juega en nuestros sistema educativo. Pero también debiera reconocer públicamente las consecuencias beneficiosas que el sistema de la concertada tiene tanto para los presupuestos del Estado como para el desarrollo constitucional de la libertad educativa. Hay que esperar por tanto de la recién estrenada ministra actúe en consecuencia. Si la concertada juega un papel clave en el sistema debiera convertirse en un interlocutor insalvable en el proceso de desarrollo de una ley que salió adelante sin la consulta y sin el consenso de padres y patronales educativas. Por más que Podemos, socio en el Gobierno de Pedro Sánchez, insista en que la educación tiene que ser pública, las declaraciones de la ministra Pilar Alegría, si no son solo un canto de sirena, deben ser bienvenidas.

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