Los días perdidos por el Gobierno

Empeñado en esperar hasta el próximo martes para que la UE trate, una vez más, de afrontar la crisis económica, el Gobierno ha sido incapaz de mirar de frente la realidad

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La subida vertiginosa de los precios del gas, del petróleo y de la electricidad, que han conducido a la huelga de transportistas, al amarre de la flota pesquera, a la paralización de la industria metalúrgica y al riesgo de desabastecimiento, no han movido hasta ahora al Gobierno a tomar medidas eficaces. Empeñado en esperar hasta el próximo martes para que la Unión Europea trate, una vez más, de afrontar la crisis económica derivada de la invasión de Ucrania, el Gobierno ha sido incapaz, hasta hoy mismo, de mirar de frente la realidad española, como si de Bruselas pudiera llegar la solución y no tuviera que tomar decisiones propias. Han tenido que pasar diez días y llegar a una situación límite para volver a sentarse con los transportistas para afrontar el problema.

En manos de Sánchez ha estado y está la potestad de bajar los impuestos que gravan los productos energéticos, en especial los carburantes. Desde la subida meteórica del precio de la gasolina y del gasóleo, Hacienda ha aumentado el doble sus ingresos, lo suficiente para repartir el beneficio extra obtenido entre los transportistas y pescadores. Esto no tiene nada que ver con la excusa que le ha valido a Sánchez para esperar a la "cumbre" europea del martes próximo con su idea obsesiva de modificar la norma que fija el precio de la luz en función del precio del gas natural. Si en tiempos de crisis es cuando se ve el valor de un Gobierno responsable, es evidente que el Ejecutivo de Sánchez no ha conseguido no ha conseguido pasar esta prueba.

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