El Guardia Civil que te lleva el pan a casa

La labor que está realizando la Guardia Civil y la Policía durante la cuarentena es fundamental para algunos vecinos

El Guardia civil que te lleva el pan a casa

Juan Baño

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

En Berodia, con 50 habitantes, en el concejo asturiano de Cabrales, nadie pasea estos días un perro. Los animales, como siempre, andan sueltos por el pueblo. Algún vecino tira de sus vacas o pastorea las cabras, por razones de trabajo. La leche y el queso, temas habituales de conversación han quedado relegados por el coronavirus. Tampoco hay a donde ir a echar el rato. El bar está cerrado, cosa que no suele conseguir ni la nieve. También las casas rurales y los hospedajes en esta zona de turismo al arranque de la primavera. En medio del silencio y hasta la preocupación por lo que llega de fuera, la Guardia Civil de Carreña hace respetar el confinamiento en este rincón de España.

El sargento Rubén Cueto se encarga de que el Real Decreto se cumpla, pero también de que sus vecinos no sufran ninguna carencia por las medidas restrictivas. A un vecino de la localidad, a Juanín, le llega cada día lo indispensable para comer y vivir. La compra se la procura el Ayuntamiento y la patrulla de la benemérita se la acerca a su domicilio. El hombre los conoce desde hace años y confía en ellos. “Aunque en estas zonas de montaña -dice el Sargento a COPElos vecinos saben desde hace mucho lo que es estar aislado y lo tienen más asimilado que en otros puntos del país”.

La relación es de confianza, también con las fuerzas y cuerpos de seguridad. “Nos conocemos todos y sabemos cuándo dicen la verdad, si van al ganado o han salido a dar una vuelta en medio de las medidas impuestas” aclara el sargento. “La gente por aquí no miente”, concluye rotundo con cerrado acento asturiano.

Es el trabajo de muchos guardias en más de 6000 pueblos de España.

Es el trabajo de muchos guardias en más de 6000 pueblos de España. También de policías locales, autonómicos o nacionales. Un agente del cuerpo nacional de policía se acercó en Salamanca a una señora que deambulaba por la calle, creyendo estar ante una infractora. La sorpresa se la llevó el agente al darse cuenta de que la mujer andaba desorientada y perdida, sin saber muy bien a dónde ir con el café que acababa de comprar para el desayuno. La historia la confirma COPE un portavoz oficial de la ciudad salamantina. El agente de seguridad ciudadana, como una tarea humanitaria más, acompañó a la vecina hasta su domicilio.

Los guardias civiles del puesto de San Martín de Valdeiglesias (Madrid) recibieron la llamada de un ciudadano entrada la noche del pasado sábado. Les informó de que una vecina y su hijo de corta edad, un bebé, no tenían para cenar. Tras confirmar la información en el propio domicilio, los agentes hicieron la compra en el comercio de la gasolinera de Pelayos de la Presa. Ayer, lunes, volvieron a visitar a la mujer con alimentos y hasta con pañales para el niño, gracias a la ayuda de la estación de servicio y al supermercado de San Martín según nos cuentan en la comandancia de la benemérita en Madrid.

El trabajo humanitario es parte del día a día de los agentes y más en medio de esta situación de crisis sin precedentes que vivimos, afirmantes de la dirección general de la policía. No solo los pequeños casos en los que los agentes se convierten en el primer vecino que presta ayuda, también en dispositivos como el realizado hoy, martes, en Granada. Donde agentes del cuerpo han utilizado en sus propios coches patrulla, los conocidos Z, para transportar los alimentos donados por distintos voluntarios de la ciudad a las personas sin hogar que se encuentran acogidas en el Pabellón Paquito Fernández, en el barrio de la Chana. Estos ciudadanos fueron alojados en esas dependencias por el ayuntamiento granadino dentro de las medidas de higiene y seguridad necesarias para afrontar la crisis del coronavirus.

Temas relacionados

Programas

Último boletín

11:00H | 23 NOV 2024 | BOLETÍN