El mal tiempo llegará a buena parte de la Península durante la última semana del mes de septiembre (26 de agosto - 1 de septiembre). Así lo ha informado la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en una nota que rezaba: "La formación de una DANA, embolsamiento de aire frío en capas altas de la atmósfera, a partir del domingo dejará precipitaciones importantes en la península y Baleares durante la primera mitad de esta semana. Aunque existe una elevada incertidumbre en cuanto a la intensidad y trayectoria de la depresión aislada en niveles altos (DANA)".

Eso sí, todo parece indicar que las precipitaciones serán más probables e intensas en las zonas del interior del tercio noroeste peninsular, donde podrían ser tormentosas, fuertes y/o persistentes. Pero, ¿en qué consiste exactamente la dana y en qué se diferencia de la ciclogéneis y otros fenómenos meteorológicos similares?

La DANA, como se ha referido anteriormente, significa "depresión aislada en niveles altos". Es un fenómeno meteorológico también conocido como gota fría y que presenta la particularidad de llevar consigo condiciones climatológicas muy adversas que pueden acabar ocasionando grandes daños materiales. Se produce cuando el aire sufre un cambio drástico en los niveles de presión atmosférica. Para que la DANA se forme tienen que darse unas condiciones muy propicias para esta época del año. Entre ellas está que el aire circule formando dorsales y, posteriormente, se produzca un estiramiento de las corrientes del aire hacia el sur provocado por una bajada de la presión atmosférica. Así, la DANA se aislaría de la dorsal en la que se encontraba y se dirigiría al sur. 

Esto suele deberse al aire que aún queda circulando en las zonas marítimas del calor del verano. La región más propensa a sufrir este tipo de acontecimientos es la mediterránea. Los efectos de este fenómeno meteorológico son más intensos conforme mayor sea la diferencia de temperaturas que haya entre la masa fría de aire que se queda aislada y la temperatura del aire que proviene del mar. 

Por su parte, la ciclogénesis hace referencia a la formación de un ciclón o borrasca con perturbaciones. Se trata de un fenómeno generado por bajadas de presión en las que se absorbe el aire y se enfría, por lo que se produce una condensación que da lugar a las lluvias. En cuanto a la variante de la ciclogénesis explosiva es una situación que se da cuando la ciclogénesis se forma muy repentimaente por la fuerte bajada de presión, lo que se traduce en fuertes temporales con lluvias y rachas de viento. En las zonas costeras pueden generar fuerte oleaje y ser realmente peligrosas.

Asimismo, también encontramos el término de borrasca; se trata de una zona de baja presión atmosférica circundada por rachas de viento que se mueven en sentido contrario a las agujas del reloj. Sus características son la generación de mal tiempo, gran y espesa nubosidad, precipitaciones intensas, grandes rachas de viento e incluso tormentas eléctricas.

Finalmente, un concepto asociado es el de borrasca fría aislada, que es muy similar a la DANA, pero no tiene su reflejo en superficie. Esta borrasca se desplaza de manera independiente al flujo dominante del aire llegando a tener un movimiento de este a oeste, y puede perdurar varios días afectando a zonas literales eminentemente.