Los conductores de vehículos siempre han tenido su propio lenguaje, ya sea cuando van conduciendo, con gestos físicos, con pitidos del claxon o, incluso, en los últimos años han proliferado algunos códigos de comunicación en la carretera con detalles que van en el propio vehículo. Los hay que pitan para evitar un cambio de carril, los hay que activan las luces de emergencia para hacer ver a los conductores que llegan por detrás de que se avecina un atasco y hay que detener el coche, y los hay que, ahora, dejan una botella en el techo.

Pero, ¿por qué lo hacen? Y no, a pesar de lo que algunos piensen, no se debe a que el conductor o el propietario del coche se le haya olvidado, sino que tiene un motivo de ser, al igual que la pegatina del burro o el patito de goma, que también se han puesto de moda recientemente.

No obstante, hay que tener cuidado con lo que colocamos en la carrocería del coche, porque puede acarrear una multa. Por ejemplo, en el caso de los adhesivos en las matrículas, si estos son reflectantes o cegadores, pueden suponer hasta una multa de 200 euros, según la normativa de la Dirección General de Tráfico.

Qué significa la botella en el techo del coche

Lo cierto es que, aunque recientemente cada vez se más el hábito de la botella sobre el techo de los vehículos, en realidad se trata de una costumbre muy arraigada en Argentina. El motivo es, básicamente, decirle al resto de conductores que el coche está en venta y, a su vez, la razón por la que los argentinos han popularizado este 'truco' reside en Hacienda. En El País explican que los orígenes de la técnica puede remontarse a la década de 1940, cuando la Dirección General Impositiva (DGI), encargada de la recaudación de impuestos en el país sudamericano, retenía a los argentinos un considerable impuesto por la venta de vehículos de segunda mano.

Por lo tanto, lo que se les ocurrió a los ciudadanos más pillos fue decirles a los potenciales compradores que su coche estaba en venta de manera discreta, sin anunciarlo en ninguna parte. Además, así ampliaban su red de posibles compradores, llamando la atención de todos aquellos que pasasen por ese mismo punto de la carretera. Así lo cuenta el canal de TikTok La Factoría, que explica que, mientras el coche no se vende, “nadie sabe que está en venta”

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Otros códigos de la carretera: el pato de goma y el burro

Otro detalle viral en los coches que se ha visto en los últimos meses es el 'Jeep ducking' y que explica por qué cada vez se ven más patos de goma como los de la feria colocados en el coche o en una de las puertas. Se trata de una técnica que se puso de moda en los meses de 2020 de plena pandemia de Covid-19, en los que Allison Parliament, una joven fan de la marca Jeep, acababa de tener un accidente.

Tras la discusión con el otro conductor en el aparcamiento vio un Jeep Wrangler y decidió dejarle un pato de recuerdo para intentar cambiar su propio humor en un día complicado. Algo que terminó por ponerse de moda De hecho, Allison dejó el patito de goma encima del vehículo con un mensaje: "Cool Jeep" y colgó en Instagram su gesto con la etiqueta #DuckDuckJeep convirtiéndolo en un fenómeno.

También está el caso del burro negro, más exclusivo de España, y que comenzó en los años 90, cuando dos jóvenes de Banyoles pusieron de moda la silueta negra de un burro justo cuando acababa de ser considerado en peligro de extinción. Así, su vinculación con la población catalana hizo que comenzara a venderse cada vez más y más hasta relacionar al burro con el independentismo catalán, ilustrándolo en gorras, camisetas y, también, pegatinas de coches.