La pasada semana el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte se dignó a conceder el Premio Nacional de Tauromaquia pese al olvido al que someten a la Fiesta los distintos gobiernos que han mandado en España en los últimos tiempos.
Y el elegido ha sido Juan José Padilla. Ni un pero a un torero, que más allá de gustos artísticos, es ejemplo de esfuerzo, superación y amor a su profesión. Además, el jerezano ha sabido defender la Tauromaquia más allá del gueto taurino. Su desgracia en Zaragoza supuso que mucha gente conociese su historia para en un tiempo record volver a los ruedos.
Ha habido quien criticó esta decisión, pero no hay que olvidar que aquí se premia por factores que van más allá de cualidades y virtudes toreras. Y Padilla, reúne esos factores en el año de su adiós a los ruedos.
Sin embargo, la crítica más dura llegó desde Podemos a través de las redes sociales. Tanto el perfil oficial de este partido como su secretario de organización, el argentino Pablo Echenique, soltaron su bilis contra la concesión de este premio al diestro jerezano. Como si lo normal es que el Premio Nacional de Tauromaquia hubiese que habérselo dado a un astronauta, no te digo…
Pero su crítica vuelve a tener como objetivo el poner en el disparadero a la Tauromaquia, abriendo un debate espurio, intentando prohibir lo que no cuadra en su ideario comunista de sociedad, y liquidando la libertad personal de poder asistir a un espectáculo legal como son las corridas de toros.
Echenique volvió a decir que más pronto que tarde habrá que votar si deben o no seguir celebrándose espectáculos taurinos en España. Como si la cultura hubiese que votarla. Como si todo espectáculo debiese tener el refrendo de la mayoría.
Su única intención es confrontar y enfrentar a la sociedad. La vieja táctica comunista. Pero no debemos caer en su provocación. La Tauromaquia es legal y es parte de nuestra cultura. Como tal hay que defenderla.
Su intransigencia, su intolerancia y su falta de respeto a los gustos de la gente les delatan. Pero no podrán con nosotros.