Pues por fin, raspado, por los pelos. Pero Morante llegó este pasado sábado a esa ansiada cima. Los 100 festejos sumados entre España y Francia. Una meta que nadie alcanzaba desde que en 2008 El Fandi trenzó 111 paseíllo.
Cifras, a día de hoy, impensables en el mundo del toro. La realidad del sector, las estrategias de los de luces y la pandemia en los últimos años, han hecho que sobrepasar el centenar de festejos haya quedado como una quimera, como un vestigio de un pasado glorioso que no sabemos si volverá.
Morante lo ha conseguido. Sí, un torero de corte artista, con un fondo de valor y poso extraordinario, ha demostrado que si se cree, se puede. Y además, justo es reconocerlo, apostando por ganaderías y encastes que se han salido de la norma habitual. Santa Coloma, Murube, Vega-Villar, Núñez, han sido algunos de los encastes que ha revitalizado Morante demostrando que hay mucha vida más allá del encaste Domecq.
Morante, sin renunciar a las grandes plazas y las grandes citas de la temporada, ha revitalizado además ese circuito de plazas menores donde no ha tenido empacho en anunciarse. Muchas localidades con cosos de tercera categoría han tenido este año espectáculos con figuras por el efecto arrastre del torero de La Puebla del Río.
Y si además de todo esto, le sumamos el momento artístico por el que ha atravesado Morante en este 2022, podemos calificar, y mira que no soy dado a eso, de año histórico para el diestro sevillano.
Sí, ha faltado esa Puerta del Príncipe en la Maestranza o esa Puerta Grande en Las Ventas que se debe y nos debe. Un torero como Morante no debería irse a casa sin esa ansiada conquista y esa tarde redonda de principio a fin en Madrid. También hubo momentos de debilidad y agotamiento, como el que sufrió a finales de agosto y comienzos de septiembre. Lógico, por otra parte.
Además está por ver qué pasará en todas esas plazas donde se ha anunciado Morante y previsiblemente no lo tendrán en 2023. ¿Habrá servido su presencia para sembrar la semilla del interés por los toros?
De momento, en El Mundo ya avanzaba esta semana que el próximo año comenzará su temporada en Sevilla. Toda una declaración de intenciones.
Con todo, y pese a todo, Morante, un torero con el que seguir disfrutando.