La marcha cicloturista Vitoria regresa en su 40 aniversario con un exigente recorrido de 204 kilómetros y 3.400 metros de desnivel, en el que los mil corredores que participarán el 26 de junio tendrán que afrontar la ascensión a siete puertos, anunciaron este miércoles los organizadores en su presentación oficial.
Tres años después, una de las clásicas del calendario ciclista alavés, la Prueba Cicloturista Vitoria, regresa a la carretera tras el parón por la pandemia con un exigente trazado que coronará siete puertos de montaña (Urbasa, Iturrieta, Korres, San Román, La Aldea, Herrera y Zaldiaran) y atravesará cinco de las siete Cuadrillas de Álava.
Las inscripciones, con precios entre los 62 y 80 euros para los federados y no federados y con un descuento del 10 por ciento para los grupos de un mínimo de 10 ciclistas, ya están abiertas hasta el 23 de junio.
Promovida y organizada por Ascentium, la Sociedad Ciclista Vitoriana y Fundación Vital, el inicio de la marcha cicloturista será a las 8:00 horas desde el parking de Mendizorroza en dirección al norte de la provincia que atravesará, entre otros, el embalse de Ullíbarri-Gamboa, el puerto de Urbasa, la Montaña Alavesa y el Parque Natural de Izki hasta llegar a la Rioja Alavesa.
Desde ese hito se iniciará el ascenso al Puerto de Herrera y antes de concluir la prueba el pelotón subirá Zaldiaran desde el condado de Treviño para concluir en la capital alavesa. La organización ha dispuesto cuatro puntos de avituallamiento en Puerto de Urbasa (kilómetro 77), Maeztu (115), Alto de La Aldea (137) y Puerto Herrera (165).
Al acto de presentación, celebrado en la Sala Vital Fundazioa Kulturunea de Vitoria, han acudido Luis Ruiz, de la Sociedad Ciclista Vitoriana; Axier Urresti, director ejecutivo de las Fundaciones Vital; y de Eduardo Martínez, director de Ascentium Eventos deportivos.
Luis Ruiz, de la Sociedad Ciclista Vitoriana, ha apelado a la historia de la prueba, nacida con carácter bianual como ‘test’ de preparación de la mítica Luchon-Bayona, con 325 kilómetros, 5.800 metros de desnivel y 26 horas de pedaleo, y que pasó a ser anual, “con una personalidad y dureza contrastadas que la sitúan entre las más respetadas en el calendario de gran fondo”.
“La Prueba Vitoria representa una joya y permite pedalear y entablar conversación con personas llegadas de otras provincias. Tratamos de que los participantes se sientan a gusto, seguros en carretera y nunca solos a lo largo de esas 8 horas y media que tardarán en recorrer nuestra tierra. Quizá éste sea el mejor legado que Jesús Ibisate -histórico promotor de la prueba- nos ha transmitido a lo largo de sus 60 años de historia: Dar una calidad humana y personal a todos los participantes”, dijo.
El director ejecutivo de las Fundaciones Vital, Axier Urresti, ha señalado que sumar por primera vez su apoyo a esta prueba y como principal entidad impulsora supone reforzar la “apuesta por el deporte popular con un evento que combina a la perfección tradición, un reto deportivo exigente, pero desarrollado en un ambiente de cercanía”. “Y que ofrece una gran oportunidad para conocer nuestras carreteras y pueblos, la enorme biodiversidad que nos rodea y esos lugares de nuestro Territorio en donde las y los apasionados del ciclismo entrenamos”, añadió.
Por su parte, Eduardo Martínez, director de Ascentium, ha destacado “el fenomenal reto y responsabilidad que supone organizar una prueba de la trayectoria de La Vitoria”. “Es una prueba que pese a congregar a un gran número de ciclistas mantiene ese clima cercano y familiar que tanto aprecian los que la disputan. Es su esencia y un año más el objeto es preservarla y hacer que sus participantes disfruten de su pasión, cuidando todos los detalles que un evento de estas características requiere. Estamos trabajando en poner en valor una prueba que tiene uno de los recorridos más bonitos del calendario nacional”, manifestó.