Mayweather fue el único feliz en el Staples - Con Basket si hay paraíso
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Mayweather fue el único feliz en el Staples

No fue el debut soñado. Uno no espera disputar el primer partido oficial ante tu público, además ante un gran rival, en el estreno más mediático de la NBA de últimos tres años, y encontrarse  una pelea a puñetazo limpio entre tu compañero y tu amigo. Es lo que se encontró Lebron James en su estreno en casa como Laker, en medio de una gran expectación, con las entradas y las camisetas con el 23 de Lebron prácticamente agotadas.

La afición Laker, llena de aficionados de origen diverso, de fino paladar y acostumbrada a grandes jugadores, grandes actuaciones y grandes puestas en escena, acudía ansiosa al pabellón Staples Center, por fin había llegado el día tan esperado, el primero de muchos en los que ver a los históricos Lakers como un equipo ganador, después de cinco años sin pisar post-temporada y ocho años después del último anillo.

Un momento de furia mal gestionada por parte de un joven (Ingram) y dos veteranos (Paul y Rondo) acabó de la peor manera, con intercambio de jabs, cruzados y ganchos entre los veteranos Chris Paul y Rajon Rondo, ante la perplejidad general y el rescate de los jugadores que pudieron separarles, entre ellos el propio Lebron James, quien se llevó a su amigo Chris Paul. Había una persona encantada en pleno delirio, a pie de pista el boxeador Floyd Mayweather, y éste no es el mejor síntoma para el baloncesto y sobre lo que se estaba viendo. Una trifulca que empieza con Brandon Ingram y que de hecho acaba el joven Laker, que estaba fuera de sí. Primero empuja a Harden y desata las hostilidades, lo cual no hubiera pasado de ahí en condiciones normales. Tras enzarzarse Rondo y Paul , Ingram llega corriendo desde lejos para golpear a Paul. Esto es lo que ha considerado la NBA como más grave para ponerle la sanción más alta, cuatro partidos, por tres a Rondo y dos a Paul.

La NBA suele ser dura en lo económico ante este tipo de situaciones, y la peor multa se la lleva Chris Paul aunque en este caso es por la parte proporcional de su contrato de 35 millones de dólares. Pagará medio millón de sanción, por 186 000 de los 9 millones de salario de Rondo, y finalmente 158 000 del contrato del jugador de segundo año Ingram que asciende a 5.7 millones de dólares.

La NBA aborrece este tipo de situaciones porque obviamente no es la repercusión que quiere para su liga, vista en todo el mundo; de hecho en los últimos años ha conseguido atajar de manera bastante notable las peleas que fueron protagonistas años atrás, especialmente desde el bochorno de aquel Detroit-Indiana de 2004.

Lo curioso de la tángana es que hay vídeos que intentan probar que el escupitajo que enciende todo y que provoca que Paul meta el dedo en el ojo a Rondo podría venir accidentalmente de su compañero Carmelo Anthony.  Es una escena que la NBA debe dejar atrás cuanto antes porque es mucho lo que ofrece esta liga y muchos los alicientes y el espectáculo como para que una escena barriobajera pervierta el espectáculo.

De hecho la liga ha empezado con una noticia competitiva, apenas quedan favoritos invictos. Y eso ya es noticia. Los Golden State Warriors ya han perdido, Houston Rockets ya ha perdido, Boston Celtics, el nuevo teórico poder hegemónico del Este ya ha perdido, si acaso los Raptors entre los gallitos son los que permanecen inmaculados.

Volviendo a los Lakers, los dos primeros partidos reflejan un estado aún precario de su definición como equipo, y a un líder, Lebron James, aún sin tomar el mando de las operaciones. De hecho Lebron está pensando más que ejecutando en la pista. Se le ve observador, meditabundo, como queriendo tomar buena nota de quiénes son y qué pueden ofrecer. Lebron aún no es Lebron, y los Lakers no sabemos muy bien qué serán.

Por lo pronto es un equipo que para ganar partidos va a tener que correr mucho porque por lo pronto tiene una falta de tiro exterior, con graves problemas en el triple. En su primer partido, en Portland, hicieron 0-15 y no anotaron su primer triple hasta la última fase de tercer cuarto. Fue algo realmente escandaloso. Se sabía que no sería su fuerte, pero un equipo pequeño que quiere ganar partidos lo tiene muy difícil sin amenaza exterior. Lebron está alternando posiciones, ha habido momentos en pista en los que el jugador más alto era Kuzma, 2:06, pero no es menos cierto que los minutos de JaVale McGee su pívot referencia este año, están siendo más que interesantes. En ausencia de Rondo tres partidos veremos cómo evoluciona Lonzo Ball que ante Houston ya estuvo muy atinado en el triple.

En cualquier caso vemos a unos Lakers que quieren correr, que buscan una defensa de anticipación y correr todo lo que pueden, y que casi todos sus puntos están siendo en la pintura. También deben mejorar mucho defensivamente. Sólo es el principio pero queda un largo trabajo por hacer en los Lakers para que vuelvan a ser un equipo ganador, es la información que se intuye que la computadora de a bordo de Lebron James parece estar recogiendo.

Mientras tanto en cuanto a los ÑBA, excelente arranque de Niko Mirotic que es segundo máximo anotador de la NBA en los dos partidos disputados, con un acierto en el triple realmente espectacular. Los Pelicans son un equipo dinámico con mucho poder ofensivo en el que Niko está creciendo como jugador top. En Toronto Ibaka también ha empezado muy entonado, Juancho hasta hace tapones de partido en Denver.

Otra de las curiosidades es ver a Kemba Walker como máximo anotador, o cómo se las gasta el rookie de Atlanta Trae Young, que ha tenido una actuación impropia con 35 puntos y seis triples. Pero entre los rookies quien más nos impacta es Luka Doncic, el segundo jugador más joven tras Lebron en anotar al menos 25 puntos en sus primeros encuentros, con 19 años (18 tenía Lebron). Doncic se desató ante Minnesota y empezó a anotar con la misma comodiad que lo hacía en Europa.

Esto no ha hecho más que empezar y Doncic notará el cansancio de partidos, de viajes, y veremos con qué celeridad aprende a fajarse cuando lleguen los partidos de verdad en los que las defensas son mucho más físicas.

 

 

foto: Getty Images