Los grandes jugadores se expanden en el momento de la verdad, sus cualidades suficientemente acreditadas durante la temporada regular alcanzar su máxima expresión llegados a la postemporada, cuando cada canasta vale más, cuando cada victoria es un paso hacia la gloria. Así han empezado los dos MVP de la temporada, porque convendremos que James Harden y Giannis Antetokounmpo son los dos mejores jugadores de la actual temporada, Dios sabe a quién elegirán como jugador más valioso de la temporada, pero ambos han llegado a un nivel de excelencia tan alto que resultará una puñalada para el que no reciba el galardón.
Así han empezado Harden y Antetokounmpo los playoffs, en modo MVP. Esto no ha hecho más que empezar, y está lleno de incertidumbre hasta dónde llegarán, en el caso de Houston si supera como se espera a Utah Jazz deberían medirse en la final anticipada del Oeste a los Warriors. El año pasado estuvieron a punto de apear a los campeones, muy cerca, pero no lo lograron, y este año ese cruce prematuro tiene igualmente difícil pronóstico. Nadie duda de que si los Warriors están en condiciones normales es difícil que cualquiera les gane hoy. Pero el poder produce desgaste, como en política, y llega un día que un equipo campeón se acaba incluso para un equipo que atesora tantísimo talento como los Warriors, con algunos de los jugadores más determinantes de la liga reunidos en un mismo equipo. Pero como queda dicho ganar también desgasta, y el hambre de los Rockets máxime después de lo ocurrido el año pasado, es muy alto. También debe acompañar la fortuna, porque los de Houston perdieron a uno de sus puntales, Chris Paul, hace un año cuando mejor estaba la eliminatoria ante los Warriors.
Sea como fuere Harden ha empezado en modo MVP a pesar de todas las trampas que le ha preparado Quin Snyder. El jugador con mayor potencia de fuego desde el manejo del balón, el jugador sobre el que pivotan todos los Rockets, el hombre por el que pasa todo y dispara todas sus bombas de precisión hacia el aro, a la vez propulsa al resto de cohetes de Houston parece preparado para todo lo que le echen. La pizarra de Snyder, (qué bien trabajan los Utah Jazz, da gusto) y la inteligencia de Ricky Rubio, seguirán poniendo trampas a la barba. Harden lo sabe, lo espera, y le da igual. Siempre encuentra una solución, le pueden tapar el lado fuerte, el izquierdo, le pueden intentar condicionar su paso atrás, Harden tiene tal variedad de argumentos que no será fácil pararle. Siempre encontrará su tiro o penetración, su tirador abierto, o el interior al que colocará el martillo para remachar. Harden es imparable, o al menos esa sensación da.
Como queda dicho, Houston tendrá que eliminar en el camino no sólo a los de Salt Lake City sino a los campeones para llegar a la final del Oeste. Por el otro lado del cuadro aparece un rayo de esperanza para alguno de los equipos de haber quedado los Rockets mejor en liga regular hubieran tenido mucho más difícil llegar a la final del Oeste. Falta saber quién será el invitado inesperado en la final del Oeste, Denver Nuggets debiera ser el mejor colocado, pero ha empezado perdiendo ante San Antonio, quién lo iba a decir, pero es que de Popovich se puede esperar cualquier cosa, incluso con unos Spurs de perfil bajo.
Oklahoma ha confirmado todas las dudas de su liga regular, todo lo que no sea un gran día de Paul George y Russell Westbrook (en este orden además), pone en duda el éxito. Portland es el eterno aspirante a hacer algo que bastante hace jugando playoffs año tras año, y que han perdido a Nurkic, una garantía defensiva en la pintura. Pero los Blazers tienen a dos estiletes como Lillard y McCollum, Lillard un jugador impresionante, y un Kanter dentro en buena forma.
Y al otro lado del país el otro MVP de la liga, Giannis Antetokounmpo ha empezado con la misma sensación que ha dejado Harden. Es el año de los Bucks, mejor equipo de la NBA. Asistimos a un momento histórico en la NBA cual es la eclosión del griego de origen nigeriano. Estos playoffs pueden pasar a la historia como aquellos en los que Antetokounmpo se hizo el dueño de la liga. Pero falta aún mucho para eso, por ahora vemos un jugador tan dominante como imparable, tan plástico como efectivo. Si a Harden es difícil pararle salvo que esté muy cansado, qué se puede decir de un Antetokounmpo que a poco que tenga un baldosa para entrar va a resultar del todo imparable. A Giannis le han colocado tiradores para amenazar desde fuera, Mirotic ha vuelto ya y esperamos con ansia a ver en una siguiente ronda qué podría aportar Pau Gasol en los de Milwaukee. En condiciones normales los Bucks debiera ser el desafiante a los Warriors o al poder del Oeste sea quien sea. Pero los caminos de los playoffs no son fáciles y si como se espera tiene en frente a Boston Celtics, es mucho pronosticar. Los Celtics siempre son un equipo que va a más, como demostraron en su primer partido ante Indiana. Cuando se ponen a competir con el talento de Irving, uno de los mejores de la liga, y un equipo lleno de energía y conocimiento táctico, son un hueso.
Por abajo Toronto ha dejado más fría a su parroquia de lo que indica su grito de guerra, “somos el norte”. Se dejaron sorprender el primer día por unos Orlando Magic muy bien trabajados, un equipo sacando su mejor versión. Los Raptors pagaron el horrible día de Lowry que anotó 0 puntos, algo impropio de un jugador estrella en Playoffs. Marc Gasol aún no se ha hecho del todo con su equipo y pagaron el mal día en el tiro ante unos Magic multiplicados en tareas defensivas. Y junto al mal inicio de Toronto el desconcertante arranque de Philadelphia, muy, muy lejos de lo que son como equipo los Sixers ante unos Nets sin nada que perder con jugadores jóvenes de gran talento como D’Angelo Russell y LeVert.
Estos playoffs enseñan el camino de un posible tercer anillo para el baloncesto español tras los dos de Pau Gasol. No será fácil sea quien sea el rival en el Oeste, pero es una satisfacción muy grande que en los dos principales candidatos del Este, Toronto y Milwaukee, haya cuatro de los nuestros con opciones reales de anillo. En los Raptors con un papel más importante para Marc Gasol e Ibaka, mientras que en los Bucks Pau Gasol y Mirotic tienen un papel algo más secundario.
¿Una final del Este entre los hermanos Gasol? la peor pesadilla para papás Gasol-Sáez, sus hijos enfrentándose por un anillo, o cuando menos por ser campeones del Este como antesala de la lucha por el anillo. Si, ya vivieron muchos duelos de ambos en la historia de la NBA, pero esto sería otra cosa. Un orgullo grande, pero también sufrimiento. Unos padres no quieren ver sufrir a ninguno de sus hijos, y al final uno de los dos iba a sufrir una de las decepciones de su vida, Pau porque es una de sus últimas oportunidades de tercer anillo, y Marc porque nunca lo habría tenido tan cerca. Claro que al final sólo es baloncesto, pero ninguno de los dos quiere perder, ya conocen a los Gasol.