Podrán llegar o no al séptimo partido, pero jugado un partido parecería que hubiéramos visto una serie entera. La semifinal del Oeste entre el campeón Golden State Warriors y el aspirante del Oeste, Houston Rockets, no ha hecho más que empezar, pero estamos casi agotados. Tiene carácter de final, no es que lo sea ni tampoco que no haya otros equipos capacitados para llevarse el anillo, no se trata de que las series del Este no vayan a ser apasionantes, que lo serán, es que este Rockets-Warriors tiene la igualdad, la angustia, la emoción, la pelea casi de una final.
El primer duelo nos ha dejado exhaustos, cada balón contaba, cada posesión era peleada, las defensas al límite provocaron infinidad de pérdidas, 20 en los Warriors y 16 en los Rockets. Y como no podía ser de otra manera se llegó ajustado al final del partido, y como tampoco podía ser de otra manera, polémica arbitral; un equipo reclama una falta no pitada en un lanzamiento de tres, en este caso de James Harden. Ya se han encargado el propio Harden y su entrenador D’Antoni de dejar claro que les han perjudicado. Harden es el jugador que más faltas provoca en la línea de tres y saca un gran provecho a la línea de tiros libres, pero muchas de esas veces el jugador sabe forzar la falta. En el tiro al final que reclama a los árbitros no está tan claro que Green, su marcador en la jugada, se meta debajo de Harden y le haga falta como que éste lance las piernas hacia adelante para forzarla. En cualquier caso los árbitros no pitaron y los Rockets han focalizado su derrota en esa acción, porque además será algo que se repita a lo largo de la serie, quieren poner el foco ahí porque Harden saca mucho provecho a esa acción y su gran fiabilidad en el triple (en general de todos los Rockets).
En todo caso, no es lo más atractivo hablar de estas acciones por más que jugosas que sean (la polémica forma parte de esto en todas partes, aquí y allí). Lo más atractivo es el gran espectáculo competitivo que estos dos equipos nos van a proporcionar. Tras la final del Oeste que de manera agónica entre estos dos equipos que se decantó por lo pelos para el equipo de Oakland hace un año, estaba claro que nos esperaba una serie muy divertida.
Todos firmarían hoy un séptimo partido entre estos dos equipos, pero está por ver es si los sucesivos encuentros llegan a tener la carga de tensión del primero o si por el contrario algunos partidos se rompen antes y quedan resueltos antes de tiempo, como por ejemplo sucedió en el primer duelo en Milwaukee con el triunfo claro de Boston, qué magnífico despliegue defensivo para neutralizar a los Bucks, qué armónica defensa para neutralizar a Antetokounmpo, Horford sí, y la ayuda de todos los Celtics.
En esta serie Warriors-Rockets la batalla es fascinante porque es en cada palmo de la cancha, dos equipos que gustan jugar en campo abierto y con maestría en el tiro de tres, maestros en encontrar huecos, en el caso de los Warriors con la versatilidad y la cantidad de movimientos de todas sus piezas para encontrar caminos, en el caso de los Rockets por su fiabilidad en el fuego lejano de sus tiradores, y la capacidad para penetrar de su estrella, Harden, con el apoyo su hombre alto, Capela, como hombre escoba. Curiosamente los Warriors han ganado el primer duelo sin necesitar el triple, sí lo metió al final Curry, pero a pesar de ser uno de los equipos especialistas y pioneros en la larga distancia no ganaron desde el triple, sólo siete, mientras que sí consiguieron minimizar el daño de los Rockets desde esa larga distancia, 14, pero forzando muchos errores de Gordon y Harden, con series realmente malas ante las defensas warriors. Especialmente significativa la de Iguodala sobre Harden, un mal sueño para estrellas rivales como demostró en las diferentes finales ante Lebron James.
La serie no ha hecho más que empezar, pero juraríamos que llevamos un puñado de partidos ya tal fue la intensidad. Todo un ejercicio de disciplina defensiva lo que estamos viendo en estos playoffs de la NBA, Marc Gasol ante Embiid minimizando su impacto, Horford ante Antetokounmpo, Iguodala ante Harden, y en general un despliegue defensivo colectivo de los equipos. No se defiende decían…