Otro Gasol en las finales - Con Basket si hay paraíso
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Otro Gasol en las finales

Será la final de la NBA con mayor representación del baloncesto español (o la selección española) de la historia. Nunca antes habíamos tenido tanta presencia en la final de la NBA, el seleccionador Scariolo y dos de los jugadores, Marc Gasol y Serge Ibaka le disputarán el trono a los temibles Golden State Warriors, que afrontan su quinta final consecutiva, que se dice pronto, algo nunca visto desde los años 50.

¿Es el retador lo suficientemente poderoso para arrebatarles la corona a los campeones? Nos enfrentamos a territorio desconocido,quién lo sabe,  transitamos por algo nuevo en el último lustro en la NBA porque sólo Lebron liderando a Cleveland Cavaliers había osado desafiar a los de la bahía de San Francisco. Toronto Raptos ha llegado a su primera final de la NBA rompiendo el techo de cristal que parecía tener la franquicia canadiense, creada hace ahora 24 años. Finalmente la apuesta del todo o nada que había hecho el presidente Raptor Masai Ujiri al traer a Kawhi Leonard para un año, sacrificando su jugador franquicia DeMar DeRozan, entre otros y el futuro de una ronda de Draft, ha resultado decisiva para romper ese techo de cristal y hacer historia en la NBA, una franquicia que llega por primera vez a una final. Claro que para que cuadrara el puzzle aún faltaba otro movimiento que ha sido determinante, Ujiri sacrificaba otra pieza, Valanciunas, además de otros jugadores y una segunda ronda de Draft, para conseguir a Marc Gasol.

Marc ha sido la garra que le faltaba a los Raptors, el jugador que sabe cómo atrapar algo, competidor, sereno, inteligente, defensor, visión de equipo. El mediano de los Gasol llega al fin donde estuvo su hermano Pau, en el escenario de pelear por el anillo. Hubiera sido injusto para la carrera de Marc , que ya va teniendo una edad, que no hubiera tenido la oportunidad de luchar por el anillo. No por ello habría sido peor jugador, la NBA está llena de grandes jugadores que no han tenido la oportunidad de ganar un anillo o pelear por él.  Ocurre sin embargo que el proyecto en Memphis estaba en vía muerta, éste iba a ser un año de jugar por jugar, tirado a la basura para un jugador acostumbrado a competir, a intentar ganar, es lo que ha hecho siempre ya fuera con los Grizzlies con los que sí había llegado lejos algún año en la conferencia Oeste, o ya fuera especialmente con la selección española. Un competidor nato, un jugador impasible en la pista que pocas veces se sale del partido, y que está recalculando rutas y datos continuamente en su computadora, se le ve en la mirada, se observa en sus movimientos.

Marc no podía seguir jugando por jugar este año, su contrato en Memphis se acababa y la renovación sin proyecto para un jugador de su edad parecía triste,  y los Grizzlies tendrían que sacar algo por él;  la oportunidad no se le escapó al astuto dirigente de los Raptors. Marc Gasol ha llegado a la final de la NBA siendo el mejor defensor de estos playoffs. Así de claro, el galardón que logró en 2013 y que le dio otro estatus de jugador en la mejor liga del mundo ha sido ejercido minuto a minuto, palmo a palmo en estos playoffs, primero ante los Sixers de Embiid y ahora ante los Bucks de Antetokounmpo. No es Marc solo, claro, los Raptors han desarrollado un entramado defensivo muy bueno en esta postemporada.
Por algo lo había dicho hace tiempo Kobe Bryant, la envergadura de Toronto era lo único que podría medirse a los Warriors, afirmaba en una entrevista en As. Con jugadores con amplitud en la pista, de brazos largos y al mismo tiempo piernas para igualar en la batalla palmo a palmo con los Warriors. Pero para que esos Raptors sean ese equipo que ha llegado a la final de la NBA necesitaban no sólo esa eficacia defensiva, también puntos y un súperclase, Kawhi Leonard. El líder silencioso de los Raptors ha hecho lo que no hicieron los anteriores líderes, porque Kawhi no sólo es un anotador, no sólo ha encadenado siete partidos con +35 puntos, no sólo es el máximo anotador de los playoffs, sino que es un excelente defensor y reboteador, un gran competidor. Un jugador top. Marc ha tenido al lado una estrella como su hermano Pau luchó codo con codo junto a otra estrella, uno de los mejores, Kobe Bryant.

¿Les alcanzará el potencial que tienen para batir a los campeones? ¿Veremos a los Warriors, el mejor ataque, pulverizar a Toronto? ¿O veremos a Toronto, mejor defensa, neutralizar el ataque Warrior? ¿Serán partidos con ritmo o habrá menos posesiones? Decían que Marc sufriría sin una referencia tan clara como Embiid, pero ha resultado que su tarea defensiva sobre Antetokounmpo y los Bucks ha vuelto a ser fantástica. Es cierto que los móviles Warriors pueden castigar su desplazamiento algo más lento, pero Marc lo suple con sabiduría. Puede que Draymond Green, que se ha salido en la serie ante Portland, no sea el mismo jugador ante la muralla del de Sant Boi.

Nueve años después de la última final de la NBA de su hermano Pau, tenemos a otro Gasol en las finales ,en el mejor espectáculo baloncestístico del mundo. No hay nada igual. Curiosamente Marc lo ha hecho a costa de su hermano Pau, qué caprichoso es el deporte, quien aunque lesionado, esperaba desde el banquillo y vestido de calle que Milwaukee le diera la oportunidad de lograr su tercer anillo, y curiosamente también a costa de otro compañero como Niko Mirotic. Es el deporte.

En todo caso no somos conscientes del todo de lo que significa tener al seleccionador y a dos jugadores de la selección disputando la final de la NBA. Por ejemplo Ibaka, un hombre que ha pasado por el infierno esta misma temporada, porque su genio incontrolado jugaba contra él. Ibaka ha superado su propio infierno para ser mejor jugador y ser clave en el entramado defensivo que conforman Leonard, Siakam, Marc Gasol y él mismo. Y en el banquillo Scariolo, el hombre que volverá a dirigir a nuestra selección en una gran competición, un Mundial. El hombre que asiste impasible como quien contempla el atardecer, con el rostro reposando en su mano, la canasta botadora de Kawhi Leonard en el último segundo del séptimo partido ante Philadelphia.  Marc está donde estuvo Pau, y si consigue lo que consiguió Pau, serán los primeros hermanos en la historia de la NBA con anillos.