A nada estamos ya de las vacaciones de Semana Santa. En los planes de muchos está viajar y una buena opción son los 97 emblemáticos Paradores distribuidos por toda España y que además este 2018 celebran su 90 cumpleaños.
Digo que es una opción a tener en cuenta porque redondean cualquier viaje. Son destinos donde además de dormir podemos sentir la magia de piedras con siglos de historia. En ellos juega un papel esencial la decoración, hecha a medida de cada uno de ellos, que tiene en cuenta los detalles de la arquitectura de la época del edificio, y con elementos y materiales de gran calidad. Como muestra os propongo nueve habitaciones con un precioso interiorismo que las hace merecedoras de una visita:
Parador de Chinchón (Madrid): ‘La capilla de Felipe V’ (hab 140)
En la capilla de un convento agustino, se encuentra esta habitación de ensueño dedicada a Felipe V, quien fuera proclamado Rey en la misma Plaza Mayor de Chinchón, en 1706. La alcoba destaca por su bóveda, magníficamente iluminada, de más de 7 metros de altura, un enorme ventanal desde el que se puede admirar el espléndido jardín de nísperos y unos maravillosos murales de papel pintado con motivos vegetales que recuerdan a los jardines de Aranjuez. Los muebles de forja llenos de detalles encajan como un guante con la decoración.
No menos singular es el baño -que no se ve en la imagen- por su bóveda y sus contrastes entre lo moderno y lo antiguo con detalles barrocos que se mezclan con una iluminación de vanguardia.
Parador de Oropesa (Toledo): «El peinador de la Reina» (hab 204)
‘El peinador de la Reina’ es la habitación más grande de este antiguo palacio. Está situada en una torre adosada al edificio lo que condiciona la distribución del espacio. La belleza de este espacio radica también en la recámara con siete balcones que iluminan a la maravilla la estancia y desde donde se puede contemplar el Castillo, la parte vieja de Oropesa, el Campo Arañuelo y Gredos. Atención especial merece la cama, pintada a mano y con dosel que aporta si cabe más alegría a la alcoba.
Parador de Olite (Navarra): Aire medieval (hab 107)
De entre todas las habitaciones de este Parador, antiguo palacio de recios muros habitado por la Reina Leonor de Trastámara, brilla esta estancia que desprende aire medieval por los cuatro costados. Está dividida en dos ambientes que delimita una gruesa viga original de madera que que se une al muro del palacio desde el que se accede a un amplio ventanal cruzado en sus muros de mampostería, desde donde pueden admirarse el Monasterio de San Francisco y la Sierra de Ujué. Para los reyes de aquella época el vidrio era un lujo, de aquí la importancia de realzar esta ventana que se cierra con un bonito postigo de madera y que permite el paso de la luz en su parte alta.
Además de dos preciosas camas de madera con dosel, destaca la impresionante chimenea en piedra de mampostería granítica y ladrillo de barro que se ha conservado en su forma original -aunque se ha cegado- y que acentúa el aire medieval de todo el conjunto.
Parador de Granada: Con vistas a los cuatro puntos cardinales (hab 304)
Éste es el dormitorio ‘Torre de Alba’, situado en un antiguo convento construido por los Reyes Católicos sobre un palacio nazarí. Al estar en un torreón se condiciona también la distribución. Ha permitido por ejemplo colocar ventanas orientadas a los cuatro puntos cardinales desde las que se disfrutar del Palacio del Generalife y sus jardines, Alberca, Sierra Nevada, la Vega de Granada y el recinto de la Alhambra.
Parador de Zafra (Badajoz): Dormir bajo un impresionante artesonado
Esta habitación está presidida por un impresionante artesonado dorado original de los siglos XVI-XVII con los escudos de los primeros Señores de Feria (siglo XV) y los primeros Duques de Feria (siglo XVII), alrededor del cual solo cuadra una decoración sencilla que equilibra el elaborado trabajo del techo.
Paredes blancas y tonos neutros también en los textiles de la cama presidida por un precioso cabecero de madera tallada centran la parte inferior de esta alcoba que forma parte de este majestuoso castillo del siglo XV.
Parador de Ronda (Málaga): Luz y amplitud sobre un desfiladero
Esta habitación se encuentra en la antigua Casa Consistorial de la ciudad, con unas vistas de escándalo, la profunda garganta sobre el Tajo, una hendidura de 120 metros de profundidad.
En esta ocasión, la luz y la amplitud, acentuada con tonos neutros, se mezclan con la cálida madera que marca la decoración de esta habitación obra del interiorista Pascua Ortega.
Parador de Plasencia (Cáceres): Decoración gótica (hab 320)
La habitación de los Zúñiga , como así se llama esta estancia ubicada en el antiguo convento de Santo Domingo, del el siglo XV -en plena Ruta de la Plata- está marcada por los preciosos techos abovedados de madera, los recios muros de piedra y por una decoración de marcado estilo gótico.
Parador de Alarcón (Cuenca): Decoración medieval (hab 106)
En la Torre del Homenaje del castillo se encuentra esta alcoba dedicada a la memoria del Infante Don Juan Manuel (sobrino del rey Alfonso X El Sabio). Destaca su techo y su bóveda de medio punto que arranca desde el suelo y que dota a la estancia de un ambiente mágico de fortaleza medieval. La madera oscura del suelo, el original dosel y el color rojo de los textiles se combinan perfectamente para dar calidez al ladrillo.
Parador de Santiago de Compostela: ‘Suite del Cardenal’ (hab 329)
Se llama ‘Suite del Cardenal’ en honor al obispo gallego Quiroga Palacios. Se la considera como una de las alcobas más nobles del edificio. Indiscurible es el maravilloso artesonado de madera de estilo mudéjar que se combina con obras de gran valor, como el sillón frailero del siglo XVII, confeccionado con hilos de oro, y el cuadro barroco de Santa Dorotea. La habitación es tan amplia que puede permitirse la originalidad de dos camas de matrimonio con dosel, además de una gran chimenea de piedra.
Además este año con motivo de su aniversario Paradores tiene previstas diferentes celebraciones en toda su red que a la hora de elegir siempre es un plus.