¿Quieres refrescar tu casa esta primavera y no sabes cómo? Prueba con el amarillo, es tendencia este año y da un golpe de swing a cualquier rincón. Además es un color que transmite energía, contagia vitalidad, sensualidad y creatividad, alegra el espíritu y es divertido, todo perfecto en especial para esta época del año. Pero ten en cuenta que con este color no todo vale. Te cuento…
Existen cerca de 100 tonalidades diferentes de amarillos y casi todas combinan a la perfección con toda la paleta aunque de manera especial con verdes, rosas palo, grises, azules, lavanda, maderas y con esos dorados tan de moda. Al ser un color que da calidez y que transmite la misma energía del sol, es el aliado perfecto para restar frialdad a los blancos.
Como decía, el amarillo llama a la comunicación y al buen humor. Además se asocia con la concentración, estimula la creatividad y agudiza reflexión por lo que se puede emplear en zonas de estudio y trabajo. Por eso es también muy oportuno en habitaciones infantiles. Pero insisto, nada de amarillos estridentes, en estos casos siempre en sus tonos más suaves.
En un tono más brillante, que no eléctrico, el sabanero, es perfecto para introducirlo en cualquier detalle de nuestra casa y darle un look desenfadado, fresco y con personalidad a la estancia… Un cojín, una silla, una mesita, un cesto, un jarrón o una lámpara. Será un punto focal muy llamativo.
No hay que olvidar que el amarillo brilla con luz propia y crea una ilusión de luz necesaria para esos espacios en los que falla la luz natural como cocinas o baños. Además les da un toque vanguardista. Por cierto que dice que abre el apetito, con lo que es de lo más oportuno para las cocinas.
Pero ojo porque con este color no todo vale. El amarillo necesita equilibrio, no abusar de él para que no quede abrumador y ni demasiado estridente. Es crucial sobre todo si no se cuenta con un espacio amplio porque tiende a empequeñecerlo. Si queremos amarillo a toda costa y casa pequeña, se puede probar a pintar una sola pared o tirar de papel pintado con algún motivo en amarillo.
Si tenemos una decoración rústica, el amarillo limón queda perfecto para darle un toque de frescura y calidez. Además tiene el don de revivir el color más tenue de la madera. En el exterior queda precioso porque evoca a las maravillosas casas de la Toscana.
Por último ten en cuenta que el amarillo llama a la comunicación con lo que es ideal para zonas de visitas como salones o terrazas.
Así que ya sabes ¡no te olvides del amarillo en tu decoración! Solo con un pequeño detalle le darás a la casa una vuelta fresca, elegante y con mucha personalidad.
Fotos: Hábitat, Maisons du Monde, Lorena Canals