¡Buenos días!
La verdad es, que cuando nos iniciamos en la actividad física es muy fácil que pronto dejemos de lado este nuevo hábito; normalmente esto es debido a una falta de recursos (no tenemos entrenador que nos guíe), al “aburrimiento” en los ejercicios, a la soledad… y un largo etcétera.
Cuando no nos marcamos un objetivo claro, es fácil no saber dónde nos dirigimos y qué hacer, por lo que es importante trabajar y dedicar tiempo a nuestras metas antes de comenzar. Hay que encontrar un por qué, un cómo y un cuándo, me refiero a que debemos saber que nos “mueve” para meternos en este nuevo camino, el modo en el que lo vamos a llevar a cabo (un plan), y sobretodo, hay que situarlo en el tiempo. Aquí os doy algunas recetas para que sea más sencillo.
¿Qué podemos hacer para que esto no ocurra?
Marcar unos objetivos reales, posibles, positivos y práctico en el tiempo:
- Reales: acciones que sepamos que vamos a ser capaces de cumplir. Por ejemplo: “correr todos los días 10minutos”. Es real y realizable.
- Posibles: metas progresivas, de menos a más para que no tiremos la toalla. El primer día corremos 10 minutos, pero la próxima vez que salgamos quizás estamos listos para alargarlo a 15 minutos, y así sucesivamente, una vez cumplido el objetivo primero (el real), esto no será difícil.
- Positivos: no hay lugar al “NO” en nuestras metas. Los objetivos deben ser positivos. Ejemplo: si lo que deseo es NO comer dulce, debo adaptar mi meta a un lenguaje positivo: “Debo evitar los dulces y comer más alimentos saludables”.
- Tiempo: los objetivos deben ser a CORTO, MEDIO Y LARGO plazo: desde el inicio de nuestra propuesta debemos trabajar con metas por semanas, meses y año (en singular). Las semanales deben ir cumpliéndose y renovándose hasta llegar a la meta mensual y así progresivamente hasta la anual. Por ejemplo: semanal: “correr el lunes, miércoles y sábado“; mensual: correr 30 minutos un día de ese mes”; anual:”realizar una carrera importante”.
No debemos olvidarnos que nuestros objetivos los escribiremos siempre en infinitivo, ya que los tiempos verbales nos pueden crear confusión a la hora de trabajar sobre nuestras metas, y queremos que todo esté bien clarito, no vamos a tener errores.
Ahora una vez fijados nuestros proyectos, los colocamos en un lugar o en varios, pero que podamos ver todos los días, va a ser una gran ayuda visual de nuestro plan y que nos guiará en nuestro empeño. Todo el tiempo del mundo es poco si se habla de salud y bienestar.
Por lo tanto, aunque ya esté muy trillado, las excusas, no valen, recuerda que se trata de tu salud, y no conozco nada más importante que la nuestra y la de los que nos rodean, por lo tanto, cuando consigas tu plan, ayuda a los tuyos en este camino.
¡Feliz miércoles!
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