La hamburguesa "light" existe - EAT & FIT
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La hamburguesa «light» existe

¡Buenos días a todos y todas!

Seguro que no soy la única que ha oído cientos de veces decir cuando empezamos una dieta frases como: «No volveré a comer hamburguesas, pizzas, helado…» ó «¿Qué haces comiendo una hamburguesa?, ¿tú no estás a dieta?»

Frases como estas las escucho a diario en mi consulta, en mi grupo de amigos, con mi familia… Y lo cierto es que hay muchas maneras de preparar la comida a parte de las estrictamente convencionales, y es que una hamburguesa se puede convertir en un plato dentro de nuestra dieta, o incluso una pizza si sabemos como debemos prepararla y cuando comerla, o algo muy parecido a un helado. Hoy me centro en la hamburguesa.

Hasta aquí todo parecen buenas noticias y muchos esperáis que os diga que podéis acercaros a vuestra hamburguesería favorita y devorar una, pero no, no es exactamente a esto a lo que me refería, la que vamos a comernos la prepararemos nosotros.

Lo que en la mayoría de los casos hace que nuestra hamburguesa engorde son los panes (normalmente industriales), las salsas, los acompañamientos (normalmente patatas fritas) y algunos condimentos excesivamente grasientos, como el bacon y grandes porciones de queso, o excesivamente azucarados como la cebolla caramelizada.

 

Diseñamos nuestra hamburguesa:

  1. El pan; buscaremos un pan no industrial de panadería o hecho en casa, preferiblemente integral por el aporte extra de nutrientes. Otra opción si estamos en bajada de peso estricta es en vez de usar pan usar dos hojas de lechuga para cubrir la carne. Ideas que no falten.
  2. La carne; lo elegiremos nosotros en la carnicería y haremos que nos piquen una pieza baja en grasa. (también podemos hacerla con pollo)
  3. Condimentos; por supuesto podemos seguir usando los tradicionales como son la lechuga, el tomate y la cebolla, pero vamos a añadir algunos condimentos que darán color  y sabor a nuestro plato, como son el aguacate, el humus, berenjena en rodajas, ajo, jamón ibérico o incluso el clásico queso en porciones, eso sí, la versión «light».
  4. Acompañamientos; olvidaros de las patatas fritas, buscaremos una opción más saludable como una ensalada, o verduras cortadas a la plancha.
  5. Salsas; aquí tendremos que tener cuidado con la cantidad, cuanto menos, mejor, así disfrutaremos del sabor del resto de ingredientes, os recomiendo usar mostazas como la antigua o la de dijón pura, que son bajas en calorías, aunque depende del fabricante, yo os recomiendo la gulden´s. Esta es la opción más saludable, pero si queremos usar ketchup (excesivo contenido en azúcares) y/o mayonesa (alto contenido en grasa) debemos usar una cantidad mínima y en este caso usaremos las versiones light o las elaboradas en casa con productos naturales, pero esto hará que la hamburguesa sea menos saludable.

 

 

Para cada comida hay un momento adecuado, en este caso, lo ideal es ingerir nuestra creación según este escrito antes de hacer ejercicio, si entrenamos por la tarde nos la tomaremos en la comida, pues tiene un aporte equilibrado de macronutrientes que nos dará energía en nuestro deporte. ¡Que la disfrutéis!

 

¡Un beso y feliz navidad!

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