¡¡Buenos días!!
Los trastornos en la absorción son debidos a deficiencias en disacaridasas o enzimas digestivas necesarias para la absorción de los azúcares (en este caso de lactosa). Los síntomas de estos pacientes son puramente digestivos y suelen caracterizarse por cuadros de flatulencia, dolor abdominal y diarrea, de intensidad muy variable de unos pacientes a otros.
Aquellas personas intolerantes a la lactosa, deben reducir la ingesta de lactosa en la dieta.
Aproximadamente 50 gramos de lactosa corresponden a 1 litro de leche, causando diarrea, distensión abdominal y flatulencia en la mayoría de los casos con mala absorción a la lactosa.
Un vaso de leche de unos 250 mililitros, contiene unos 15 gramos de lactosa. La mayoría de la gente que se identifica como intolerante a la lactosa, puede tolerar una ingesta de lactosa equivalente a 250 ml de leche, con síntomas intestinales mínimos.
En cuanto a la dieta, se debe conocer el grado de intolerancia que tiene cada paciente pues la cantidad de lactosa tolerada por cada individuo es variable.
Además, si retiramos los productos lácteos de la dieta, habrá que controlar que tengamos un aporte adecuado de calcio, al ser estos una de las fuentes más importantes de este mineral.
Para asegurar un aporte adecuado de calcio, se incrementarán aquellos alimentos que sean ricos en este mineral y que no contengan lactosa. Dentro de las verduras cabe destacar el brécol, acelgas, espinacas, judías blancas, judías verdes y habas. En cuanto a alimentos proteicos, las sardinas en lata son muy ricas en calcio, junto a los mejillones, el pollo y el cerdo que tienen menos proporción pero no dejan de ser muy interesantes en la dieta de la persona intolerante a la lactosa.
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