¡Muy buenos días!
Hoy hablamos sobre un súper alimento natural, lleno de propiedades y de fácil digestión, apto para todos los consumidores.
¿QUÉ ES?
Los gránulos del kéfir de leche son una mezcla de bacterias y levaduras, no patógenas.
Existen 2 tipos, el kéfir de agua y de leche, pero con la misma microflora, es el mismo, cambia solo la materia prima.
El de agua es más beneficioso puesto que conserva todas las propiedades mientras que en el proceso de fermentación de la leche, algunos nutrientes pueden hacer que el kéfir no actúe de manera completa sobre el organismo.
BENEFICIOS
Tiene una gran cantidad de efectos beneficiosos y hay mucho escrito sobre ello, entre lo más destacado:
- Favorece a nuestro aparato inmunológico, reforzando nuestras defensas de manera natural, esto se consigue mediante constancia, es decir, con su consumo regular.
- Es depurativo, regenerador de la flora intestinal.
- Favorece la digestión, evita el estreñimiento.
- Fuerte antibiótico natural sin efectos secundarios adversos.
- Mejora de la digestión; tratamiento de la gastritis, pancreatitis, úlceras; prevención y tratamiento del cáncer de colon.
- Regula los niveles de glucosa y lípidos en sangre.
- Tiene propiedades antioxidantes y anti-envejecimiento.
- Mejora el funcionamiento del metabolismo.
En general es apto para todos ya que es un alimento suave y fácilmente asimilable, lo único es que si eres intolerante a la lactosa deberías optar por el de agua o probar primero una pequeña cantidad a ver que tal te sienta.
¿RECOMENDADO EN UNA DIETA?
Depende, puesto que el más consumido es el de leche, suele elaborarse con leche entera, rica en grasa, y muchas personas además añaden azúcares para darle un sabor dulce.
Es muy recomendable incluirlo en nuestra alimentación si lo tomas de manera natural, si no estás en una dieta de control de peso y si usas endulzantes que sean naturales y bajos en calorías.
PREPARACIÓN
Añade el kéfir a un recipiente cerrado con contenido de agua o leche entera durante unas 24 horas aproximadamente a una temperatura de unos 20 grados.
El contenido después del tiempo de reposo será parecido a la textura de un yogurt en el caso del de leche y en el caso del agua a una bebida gelatinosa, lo cambiamos de recipiente haciendo uso del colador, preferiblemente de tela y repetimos el proceso.
Puedes conservar la bebida que obtuviste en el frigorífico durante 2 o 3 días y añadirle edulcorante natural para mejorar su sabor.
¡Feliz miércoles!
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