¡Muy buenos días!
La falta de sueño es más grave de lo que pensamos, nos afecta a la memoria, energía, capacidad de concentración y disminuye la capacidad para alimentarse. Si lo relacionamos con el deporte, nos va a costar entrenar correctamente al no disponer del estado de ánimo y la capacidad de concentración necesarias además de otros muchos factores que condicionan directamente el rendimiento atlético.
Cuando el cerebro está agotado no es capaz de diferenciar si esta fatiga proviene de la falta de glucosa, a lo que responde activando los mecanismos que generan la necesidad de ingerir alimentos ricos en azúcar, con el consiguiente problema.
Debido a esta fatiga el organismo tratará de evitar que hagas ejercicio, su prioridad es mantener la energía en lugar de gastarla. Hay quien recurre a estimulantes para vencer estos mecanismos propios del cerebro pero, evidentemente, no es la solución. Si tratas de engañar al organismo, te pillará.
Durante el sueño el organismo hace una especie de “reset” donde los músculos, fascia, sistema nervioso y las diferentes aptitudes mentales como la memoria o la capacidad de concentración se recomponen pudiendo empezar de cero, o casi, al día siguiente.
Hay tres ciclos del sueño que se suceden en intervalos de 90-120 minutos, pero 2 son las importantes:
Tras la primera fase del sueño, la menos importante de las tres, viene la fase REM cuya finalidad es “resetear” principalmente las aptitudes mentales. Cuando esta fase funciona correctamente la sensación al despertar es que has descansado correctamente, te encuentras renovado y tu capacidad de concentración funciona a tope.
Tras la fase REM llega la fase profunda del sueño, siendo esta la más importante para regenerar los tejidos dañados durante el ejercicio. En esta fase se liberan hormonas como la testosterona o la hormona del crecimiento, encargadas de estimular la síntesis proteica que permitirá al organismo una mayor regeneración de los tejidos afectados. También está muy relacionado con el sistema inmune lo que resulta determinante en la planificación a largo plazo de todo deportista ya que caer enfermo puede llevar al traste toda la estrategia.
Una vez terminados los tres ciclos se vuelve a empezar. Lo ideal sería pasar entre 3 y 5 veces por cada ciclo cada noche por lo que las horas de sueño, y las posibles intervenciones de este, determinan directamente este proceso.
El organismo es muy sabio. Si estableces un horario de sueño intenta mantenerlo siempre, tu cuerpo se adaptará pudiendo llegar incluso a alterar los ciclos circadianos. Eso si, necesita tiempo y consistencia. Evidentemente trabajar entre semana, llevar un horario de sueño, y salir el fin de semana alterando esa consistencia no es el mejor escenario.
¡Feliz día!
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