¡¡Buenos días!!
¿Cuántas veces os he hablado sobre la importancia de llevar una alimentación equilibrada, variada, y huir de las temidas dietas milagro para bajar de peso? Otro mal muy común y que he escuchado en mi consulta millones de veces es el realizar largos periodos de ayuno para adelgazar. Se trata de no ingerir comida durante varias horas e incluso días, con tal de bajar de peso o disminuir la materia grasa adherida en nuestro cuerpo.
En Boostconcept, mi centro de entrenamiento personal y nutrición, he tratado a multitud de pacientes con condiciones muy diferentes entre sí, creo que muchas veces se olvida hablar de lo importante, contar lo fundamental, sin tapujos, todos hemos leído mucho y nos han contado sobre multitud de milagros y dietas mágicas, por desgracia no existen esos milagros, aunque suene redundante y esté muy trillado, pero, no hemos ganado esa tripita de un día para otro, tampoco va a ocurrir al revés, el cuerpo es inteligente y se adapta a nuestros cambios, pero con templanza, tenemos que habituarlo al proceso al que nos encaminamos.
Pero, ¿esto funciona así?
Cuando hacemos ayuno y estamos varias horas sin comer, el cuerpo tiene que usar las reservas de glucógeno y bajan los niveles de azúcar, a esto se le llama hipoglucemia, que tiene consecuencias en nuestro organismo, debilidad, mareos, dolores de cabeza, deshidratación, estreñimiento… Cuando este “combustible” principal se agota, el organismo tenderá a usar las grasas y las proteínas, en este mismo orden.
Puede que para algunos merezca la pena este mal trago hasta conseguir que nuestro cuerpo queme la grasa, a mi no me lo merece, pero además, voy a convenceros de que esto no funciona.
Cuando no comemos, el cuerpo tiende a ralentizar el metabolismo con el fin de ahorrar energía, es una protección natural, si no se come no se queman calorías, nos ponemos en modo “batería baja”. Además, cuando vuelves al estado inicial, es decir, cuando empezamos con nuestra vida normal de ingesta de alimentos de manera regular, nuestro apetito aumentará y el metabolismo estará alterado y en alerta, por si volvieran los tiempos de hambre a los que le hemos sometido, entonces se ralentiza y tiende a almacenar todos los macronutrientes de los alimentos, haciendo que podamos recuperar nuestro peso anterior e incluso sobrepasarlo, tendiendo a absorber en mayor medida en forma de grasa y de agua. Luego la consecuencia de esto puede ser lo contrario al efecto deseado y caer en lo que todos o casi todos conocemos como efecto rebote o yo- yo.
¡Feliz día!
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