Sácale partido a la ducha después de entrenar - EAT & FIT
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Sácale partido a la ducha después de entrenar

 

¡Muy buenos días!

Siempre hemos oído que las duchas de agua fría son más beneficiosas para nuestro organismo y la recuperación de nuestro cuerpo tras el ejercicio, pero eso no quiere decir que tengamos que eliminar el agua caliente de nuestra rutina.

El tándem perfecto es combinar las dos temperaturas y hoy os contaré porqué.

 

Una de las mayores recompensas tras el ejercicio es la ducha. Ésta nos relaja y reconforta haciendo que el organismo vuelva a la calma.

Sin embargo, cuando terminamos de entrenar, lo más recomendable es esperar alrededor de 20-30 minutos para meternos en la ducha si no queremos seguir sudando una vez salgamos de ella.

Cuando entrenamos, la temperatura del cuerpo aumenta, los vasos sanguíneos se dilatan y se activan las glándulas de transpiración. Al bajar el ritmo, el calor comienza a acumularse en los músculos en vez de eliminarse por sudoración, por lo que la temperatura interna aumenta aún más.

Lo ideal es esperar este tiempo y aprovecharlo para estirar bien los músculos.

 

Una vez hemos dejado de acumular calor, toca la hora de meternos en la ducha.

¿Agua fría o caliente?

 

Por ello, lo ideal sería comenzar con una ducha de agua caliente para terminar con agua fría, lo que nos dejará más predispuestos para seguir con nuestra rutina.

Además, si le queremos sacar el máximo beneficio físico a nuestra ducha os recomendamos empezar con agua caliente durante 2-3 minutos y pasar a agua fría durante 1-2. Repetiremos este paso 2-3 veces.

¡Probadlo y me contáis vuestra experiencia!

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