¡¡Muy buenos días!!
Sé que puede sonar sorprendente, pues la mayor parte de las dietas se basan en restringir alimentos. Pero en realidad, cada vez que comes, activas el organismo y eso hace que tu cuerpo queme más rápido.
También esto te ayuda a disminuir la ansiedad. Cuando llegas a la siguiente comida, no tienes tanta hambre. Y así, de manera natural, evitas los excesos.
Hoy desde boostconcept os hablo de por qué hacer cinco comidas al día nos ayudará a mantener nuestra dieta, y de que factores depende:
1) Realizar cinco comidas al día ayuda a que nuestro metabolismo este activo y nos ayude a quemar las grasas de forma más rápida. Cuando sometemos a nuestro organismo a un ayuno prolongado, es decir, le tenemos muchas horas sin comer, el sistema digestivo activa un mecanismo de autoprotección consistente en retener grasas para intentar, de ese modo, asegurarse una reserva energética cuando la necesite. Comiendo cada tres horas aproximadamente, desactivamos esa “fase de emergencia”, y así evitamos que nuestro cuerpo acumule reservas en forma de grasa.
2) Hacer esto te ayuda a bajar la ansiedad. Cuando llegas a la siguiente comida, no tienes tanta hambre. Y así, de manera natural, evitas los excesos.
3) El comer cinco veces al día elimina la posibilidad del famoso “picoteo” entre horas. Muchas veces el picoteo es consecuencia de no realizar las ingestas necesarias tanto de nutrientes como de cantidad, y esto genera en el cerebro un estado de carencia que al final deriva en comer lo primero que se pone en nuestro camino y la mayoría de las veces poco sano.
4) Y por supuesto, al realizar más comidas a los largo del día, aseguramos el aporte de un mayor número de nutrientes. Son más los alimentos que tomamos, por lo tanto, más variados.
5) Las personas que acostumbren a realizar únicamente tres tomas al día, al principio puede resultarles un poco pesado tener que comer en varias ocasiones a lo largo del día, pero a medida que pasan los días y el organismo se va acostumbrando a los nuevos hábitos, no nos supondrá un suplicio ni una mayor molestia.
6) Las comidas que hagamos deben estar distribuidas en 3 un poco más fuertes, estas son el desayuno, la comida y la cena, y en 2 más suaves entre el desayuno y la comida y entre la comida y la cena. Generalmente la carga más fuerte será al comienzo del día, esto nos permitirá afrontar la jornada con fuerza, incluiremos los principales macronutrientes (proteínas, hidratos de carbono y grasas saludables) y terminaremos con una última toma, la de la cena, más suave.
Un ejemplo de un menú.
DESAYUNO
Yogur 0% o vaso de leche desnatada.
Barrita de pan integral con aceite de oliva virgen extra y tortilla francesa.
Kiwi.
MEDIA MAÑANA
Una pieza de fruta.
COMIDA
Ensalada de quínoa con olivas.
Tartar de atún con semillas de sésamo.
MERIENDA
Un yogur 0% con dos nueces.
CENA
Pechuga de pollo a la plancha con verduritas al curry.
¡Feliz día!
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