¡Muy buenos días!
Veamos por qué este fruto es considerado un súper alimento desde hace miles de años en zonas de China y Tíbet.
El uso que se daba entonces tiene valor en la sociedad actual, por lo tanto, podemos incluirlo en nuestra alimentación, ya que hoy en día son fáciles de conseguir. Se usan como alimento antioxidante, que refuerza el sistema inmunitario y para fortalecer las funciones del hígado.
Efectos en el organismo
Tiene efectos contra el envejecimiento por su contenido en carotenoides (β caroteno, luteína, licopeno y xanthophyll).
Estos tienen propiedades antioxidantes que protegen del envejecimiento y de una posible enfermedad de las células.
Es rico en ácidos grasos esenciales, como el ácido linolénico, nos sirven para promover la pérdida de grasa y reducir el apetito.
Sus macronutrientes en 100 gr de bayas secas
- Hidratos de carbono (68%)
- Proteínas (12%)
- Grasas (10%)
- Fibra dietética (10%)
- 370 kcal
Además:
- Contiene 19 aminoácidos de los cuáles algunos son esenciales.
- Oligoelementos como calcio, potasio, hierro, zinc y selenio.
- Vitaminas como B1, B2, B6, C y E.
Una cantidad de unos 20 o 30 gramos al día es lo ideal para disfrutar de sus propiedades, recomiendo consumirlas en ensaladas o mezclarlas en un yogurt, así es como más me gustan.
No están recomendadas en personas que toman medicamentos para la diabetes o la presión arterial, por lo tanto consultar con vuestro médico.
¡Feliz día!
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