En estos momentos en los que tenemos que estar en casa y limitar nuestras salidas a lo estrictamente necesario, como es hacer la compra o acudir a la farmacia, debemos realizar compras inteligentes.
Este cambio de hábitos ha hecho que nuestra actividad diaria y nuestros requerimientos energéticos sean menores, al tener menor gasto calórico. Pero si es necesario tener nuestro sistema inmune activo, que nuestras defensas estén fuertes para afrontar cualquier situación.
Muchos de vosotros estáis preocupados por engordar, coger unos kilos de más en este confinamiento, circulan datos en la red que se podría llegar a ganar hasta 6 kilos en 15 días. Como he comentado anteriormente, es cierto que el gasto energético en estos días no es el mismo que en nuestra vida diaria, pero si mantenemos una alimentación sana y sacamos al día, al menos, 30 minutos de actividad física, controlaremos no solo el peso corporal, sino la salud, porque el ejercicio físico unido a una nutrición adecuada, también ayuda a aumentar nuestras defensas y tener un sistema inmunológico fuerte ante cualquier agresión.
No se trata de hacer dieta restrictivas ni de obsesionarse, no por comer un poco más de lo necesario vamos a salir rodando. Recordad que la salud empieza en el momento de hacer la compra.
- Lo primero es realizar una lista de la compra y priorizar alimentos con alta carga nutricional, dejando fuera los alimentos de origen industrial que no nos aporten nutrientes esenciales, sino únicamente carga calórica vacía.
- Evitar el picoteo, establece unos horarios de comidas y cúmplelos.
- Opta por alimentos ricos en fibra que son saciantes, las variedades integrales, frutas enteras en vez de zumos, verduras y hortalizas.
- Alimentos proteicos de calidad bajos en grasa, como son pescados y carnes blancas, que además las podemos congelar tanto crudas como cocinadas.
- Alimentos en conserva naturales.
Con el objetivo de bajar lo menos posible, la mayoría de los alimentos se pueden congelar. La congelación busca aumentar la vida útil del alimento sin apenas alterar sus cualidades organolépticas y manteniendo la calidad microbiológica.
En la mayoría de las ocasiones los productos naturales congelados pueden contener más vitaminas y minerales que las verduras frescas refrigeradas al ser procesadas justo en el momento de la recolección, siendo este el momento de mayor valor nutritivo. Puedes comprarlos ya congelados, manteniendo la cadena de frío en el traslado del supermercado a casa, o comprarlos frescos y congelarlos, ya sea cocinados o crudos, intentando siempre que sea por raciones.
¡Feliz día!
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